WASHINGTON
AP
El presidente Donald Trump promulgó ayer una ley que facilitará al Departamento de Asuntos para Veteranos el despido de empleados, parte de un plan para restructurar la agencia que batalla para atender a millones de veteranos del ejército.
“Nuestros veteranos han cumplido su deber con nuestra nación y ahora nosotros debemos cumplir nuestro deber con ellos”, declaró el mandatario durante una ceremonia en la Casa Blanca. “A cada veterano que está hoy con nosotros le quiero decir una simple palabra: gracias”.
En campaña, Trump repitió varias veces que despediría a los empleados del departamento que “decepcionaran” a los veteranos y ayer dijo que con la firma de la ley se cumple esa promesa.
“Lo que sucedió fue una desgracia nacional, y sin embargo algunos de los empleados involucrados en estos escándalos siguen en las nóminas”, agregó el presidente. “Leyes desactualizadas no permitían que el gobierno hiciera responsables a aquellos que fallaron a nuestros veteranos. Hoy finalmente estamos cambiando esas leyes”.
En 2014 surgió un escándalo después de que se supo que en el centro médico para veteranos en Phoenix algunos afiliados murieron después de meses de espera para darles cita. Este departamento es el segundo más grande del gobierno estadounidense, con más de 350 mil empleados, y es el responsable de brindar atención médica y otros servicios a los veteranos del ejército.
Sindicatos de empleados federales se oponían a la medida. El secretario de asuntos de veteranos David Shulkin, quien tuvo el mismo cargo con el ex presidente Barack Obama, acompañó a Trump en el anuncio y _recordando una frase que Trump hizo famosa de cuando era presentador de televisión_ le dijo en broma que “será despedido” si no se implementan las reformas.
La agencia ha estado plagada de problemas durante años, incluyendo el escándalo de 2014, donde empleados crearon listas secretas para encubrir los retrasos en las citas. Los críticos han dicho que pocos trabajadores han sido despedidos por mala práctica.
