Por MARÍA VERZA,
CIUDAD DE MÉXICO
Agencia AP

El Partido Revolucionario Institucional -PRI- del presidente Enrique Peña Nieto podría mantenerse en el poder en el estado de México si se confirman los resultados parciales de las elecciones de ayer que le dan casi tres puntos de ventaja.

Su principal contrincante, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), desconoció esas cifras y sostuvo que hay un empate técnico en los comicios considerados clave de cara a las presidenciales de 2018.

No obstante, aunque se confirmara la victoria del PRI algunos analistas consideran que ganar un estado donde ese partido ha gobernado ininterrumpidamente durante 88 años por una ventaja tan pequeña implica un mal escenario para el partido y para el Gobierno federal. Los resultados en los otros tres estados donde se votó ayer apuntaban en el mismo sentido.

Con el 97% escrutado el candidato del PRI Alfredo del Mazo tenía 33,7% con 1,9 millón de votos frente al 30,8% de la aspirante de Morena, Delfina Gómez, que contabilizaba 1,7 millón de escrutinios.

En las últimas votaciones a gobernador en 2011 el PRI había ganado con 61,9% y más de tres millones de votos y en las de 2005, cuando ganó el actual presidente, con 47,5% y 1,8 millón.

El muestreo estadístico que ofreció el Instituto Electoral del Estado de México anoche mostraba una ventaja un poco menor, con solo dos puntos de diferencia.

La participación se situaba hoy por la mañana en el 52,5 %, seis puntos más que en las elecciones de 2011 y casi diez más que las de 2005, un dato que sorprendió después de una jornada marcada por las denuncias cruzadas de compra de votos y de diversos actos y llamadas intimidatorias que pretendían que la gente se quedara en su casa.

El líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador, no aceptó la derrota. «A los voceros de la mafia del poder les decimos que vamos a actuar de manera responsable. No vamos a llamar a la confrontación, a la violencia. Tenemos la razón, ganó la maestra Delfina y lo vamos a probar».

López Obrador, dos veces candidato a la presidencia y que aspira a una tercera postulación en 2018, aseguró que su movimiento no aceptará «ningún fraude electoral» como los que denunció en las presidenciales de 2012 y, sobre todo, en las de 2006 frente a Felipe Calderón y llamó a la ciudadanía a tomar fotografías de las actas para demostrar el triunfo de Gómez.

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