Washington
DPA
Al contrario de lo que prometió en campaña electoral, el presidente estadounidense Donald Trump no moverá de momento la embajada estadounidense en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, según se desprende de la firma de un documento que evita ese traslado durante al menos seis meses.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se manifestó «decepcionado» por la decisión de Trump. «La embajada estadounidense debe estar, al igual que el resto de las embajadas, en Jerusalén, nuestra capital eterna», sostuvo el jefe de Gobierno, según dio a conocer su oficina.
En un comunicado, la Casa Blanca señala sin embargo que ello no debe ser visto «de ninguna manera como una retractación del fuerte apoyo del presidente a Israel y la alianza entre Estados Unidos e Israel», ya que Trump planea mover la legación diplomática en algún momento. «La cuestión no es si eso ocurrirá, sino cuándo».
«El presidente Trump tomó esta decisión para maximizar las oportunidades de una negociación exitosa entre Israel y palestinos», en conformidad con «los intereses de seguridad» de Estados Unidos, dijo el portavoz Sean Spicer.
El documento se refiere a una ley de 1995 en base a la cual el Congreso estadounidense decidió el traslado de la embajada. Hasta ahora, todos los presidentes estadounidenses postergaron la decisión alegando que podría dañar la seguridad nacional estadounidense. Por eso van alargando el plazo cada seis meses.
El ex presidente Barack Obama firmó una exención para evitar el traslado en diciembre de la legación diplomática, que expiraba este jueves.
Trump no abordó públicamente el tema durante su visita a Israel y los territorios palestinos la semana pasada.
La comunidad internacional no reconoce a Jerusalén como capital oficial de Israel, porque el estatus de la ciudad está por determinar en las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos.
Los palestinos quieren que la parte oriental de la ciudad, ocupada por Israel en la guerra de 1967, se convierta en la capital de su futuro Estado, mientras Israel considera Jerusalén su capital eterna e indivisible.
