CARACAS
AP

La oposición en Venezuela arranca la octava semana de protestas con una marcha que buscará llegar hoy al centro de Caracas en una nueva medición de fuerzas con el gobierno, el cual acusa a sus adversarios de promover una conspiración con el apoyo de Washington.

La alianza opositora convocó a una movilización para presionar la apertura de un canal humanitario y enfrentar la crisis del sector salud generada por una severa escasez de medicinas e insumos. La marcha partirá desde un parque del este de la ciudad y aspira llegar a la sede de Ministerio de la Salud, en el corazón de Caracas.

Horas antes del inicio de la marcha, decenas de manifestantes bloquearon algunas vías del este de la ciudad con barricadas de escombros, restos de árboles y basura que generaron un fuerte congestionamiento de vehículos en algunas zonas.

En los últimos dos meses los opositores han realizado más de una decena de intentos para marchar hacia el centro de Caracas, donde están las sedes del gobierno y varios ministerios, pero la policía y la guardia nacional les ha bloqueado el paso y han empleado gases lacrimógenos y balas de goma para dispersarlos.

«No cederemos en la violencia. Eso es lo que tenemos que derrotar», afirmó anoche el dirigente y ex candidato presidencial, Henrique Capriles, al rechazar el creciente espiral de violencia que enfrenta el país y responsabilizar al presidente Nicolás Maduro de esa situación.

Capriles llamó a los opositores a retornar hoy a las calles para intensificar las presiones a favor de las elecciones generales, la apertura de un canal humanitario para alimentos y medicinas, la liberación de los presos políticos y el respeto a la Asamblea Nacional.

Al menos 48 personas han fallecido, más de mil personas han resultado heridas y varios centenares permanecen detenidos luego de casi dos meses de protestas que se activaron a raíz de dos sentencias que emitió a finales de marzo el máximo tribunal contra el Congreso que luego revirtió.

«Estamos enfrentando una agresión de fuerzas violentas», afirmó la víspera Maduro al acusar a su par estadounidense, Donald Trump, de apoyar a los opositores en una conspiración contra su gobierno.

El mandatario denunció que hay una «operación mundial» que promueve Washington para presionar a artistas, grandes ligas y futbolistas para que declaren contra su gobierno. «Los presionan, los amenazan con no financiarles más su carrera, sacarles secretos que le tienen y a la vez le ponen plata», dijo el gobernante en su programa televisado «Los domingos con Maduro».

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