Ciudad de México
DPA
Un grupo de 186 corresponsales de medios extranjeros en México se solidarizó hoy con sus colegas mexicanos y su reclamo de Justicia, en un inusual pronunciamiento conjunto ante asesinatos y ataques contra la prensa en ese país.
El detonante fue el asesinato hoy del galardonado periodista Javier Valdez, cofundador del semanario «Ríodoce» y corresponsal del diario «La Jornada» en Sinaloa, quien era un referente para la prensa por sus investigaciones y libros sobre cárteles de las drogas.
«Estamos conmocionados por este nuevo crimen que forma parte de la reciente escalada de agresiones a nuestros colegas periodistas mexicanos, cuya valentía admiramos profundamente», dice el texto.
Este año fueron asesinados siete comunicadores mexicanos: Cecilio Pineda, Ricardo Monlui, Miroslava Breach, Maximinio Rodríguez y Valdez, así como Filiberto Álvarez, conductor de un programa cultural de radio, y Jonathan Rodríguez, reportero e hijo del dueño de un semanario.
«Creemos que un efectivo acceso a la Justicia es fundamental para frenar las agresiones y garantizar el ejercicio del periodismo en condiciones de seguridad y libertad», dice el texto.
Desde 2000 murieron de forma violenta más de 125 periodistas, según cifras de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México. En la mayoría de los casos se desconoce el móvil y la autoría intelectual.
En el estado de Guerrero, uno de los más peligrosos del país, siete periodistas fueron despojados hace una semana de sus equipos de trabajo y amenazados por un grupo de más de 100 personas armadas, en medio de una ola de violencia entre cárteles rivales.
La carta lleva la adhesión personal de corresponsales y colaboradores de 69 medios extranjeros en México, entre ellos periodistas del «New York Times», «El País», BBC, «The Wall Street Journal» y las mayores agencias internacionales, así como de periodistas independientes.
Los corresponsales citaron palabras del presidente Enrique Peña Nieto que, después de la muerte de Valdez, afirmó que eran necesarias «medidas extraordinarias» para proteger a la prensa y señalaron que el combate a la impunidad es un factor central para lograrlo.
«Un compromiso real y decidido contra la impunidad y por la protección de los periodistas es indispensable para convertir el asesinato de Javier Valdez en un parteaguas que ponga fin a las agresiones contra la prensa, baluarte fundamental de cualquier democracia», señalaron.
Según Reporteros sin Fronteras, desde 2010 la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos contra la Libertad de Expresión -dependiente de la Fiscalía General- recibió 798 denuncias por agresiones a la prensa, de las cuales 47 fueron por homicidio, y obtuvo sólo tres condenas. Otros casos son investigados por autoridades regionales.
