Ginebra
DPA

La directora general saliente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, criticó hoy duramente a los objetores de las vacunas en Europa y Estados Unidos.

«Los recientes brotes de sarampión no debieron haber ocurrido nunca», dijo Chan en Ginebra. A raíz de ello, los virus fueron llevados a muchos otros países. «Negarse a las vacunas es una de las razones por las que el enorme potencial de la vacunación aún no pudo concretarse en su totalidad», añadió.

Chan deja su cargo en julio después de diez años. Mañana se elegirá a su sucesor o sucesora en una votación reñida de la asamblea general, ya que los 194 miembros de la organización no se pudieron poner de acuerdo previamente en una comisión.

Se postularon tres expertos: el investigador de la malaria y exministro de Salud de Etiopía Tedros Adhanom Ghebreyesus, de 52 años, la cardióloga y exministra de Salud de Pakistán Sania Nishtar, de 54, y el médico y asesor de la ONU el británico David Nabarro, de 67.

La confianza en la OMS se vio gravemente dañada por su fracaso en la crisis del ébola de 2014. La organización reaccionó demasiado tarde, la epidemia se desbordó y murieron unas 11 mil personas.

Chan admitió que se trató de un gran error, pero añadió que luego se implementaron reformas rápidamente, por lo que hoy la organización está mucho mejor preparada.

Al finalizar su discurso, Chan dejó un mensaje a los miembros de la OMS: «Piensen siempre en las personas. Detrás de toda cifra, hay una persona que merece nuestra empatía, sobre todo si está sufriendo».

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