CARACAS
AP
Cientos de venezolanos tomaron hoy la principal autopista de Caracas y en medio del asfalto se apostaron para leer, dormir, elaborar obras de arte y jugar pelota en una jornada más de protestas contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
El bloqueo de la autovía forma parte de una iniciativa denominada el “gran plantón nacional” que convocó la coalición opositora que implicará la toma por doce horas de las principales vías de Caracas y otras ciudades. El 24 de abril la oposición realizó una acción similar que se extendió por casi ocho horas.
“Todos los ciudadanos estamos en la calle defendiendo nuestros derechos de una manera pacífica ya sea leyendo el libro que más nos guste o jugando pelota con los amigos”, afirmó Juan González, un estudiante de Relaciones Industriales, tras lanzar una pelota contra una de las paredes del distribuidor Altamira, en la zona este de la autopista. “Hoy la autopista la transformamos en un parque para rescatar por lo menos un espacio de tantos que hemos perdido por la violencia”, agregó el universitario de 18 años.
Cerca de los jóvenes, una treintena de artistas levantó una obra denominada “altar ecuménico”, de más de cuatro metro de alto, que fue decorada con pinturas y fotografías de vírgenes, santos, deidades de diferentes religiones y un gran rosario. Como parte de la obra en las áreas verdes del distribuidor Altamira fueron colocadas varias cruces negras con los nombres de algunas de las personas que han fallecido en las protestas recientes.
“Con esto estamos haciendo un llamado a las fuerzas de seguridad para activar los valores de bondad y justicia”, dijo la poeta y fotógrafa Sofía Castellano, de 36 años, al explicar que las imágenes agrupan la mayor parte de las “protecciones” religiosas que tienen los venezolanos.
“Sigamos hasta lograr el cambio en esta lucha que sabemos que no es sencilla, que duele”, dijo el primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, diputado Freddy Guevara, al usar un megáfono para dirigirse a los manifestantes apostados en la vía. “Cada día que estamos en resistencia es un día menos de Nicolás Maduro en el poder. Lo estamos logrando, estamos avanzando”, agregó.
El dirigente aseguró que unas 50 vías en los 24 estados del país fueron bloqueadas como parte de la protesta.
Desde que iniciaron las manifestaciones a finales de marzo, Maduro no ha expresado ninguna posibilidad de ceder a las exigencias de los sectores opositores sobre las elecciones generales, la liberación de los presos políticos, la apertura de un canal humanitario y el respeto a la Asamblea Nacional, de mayoría opositora. El gobierno ha utilizado las fuerzas de seguridad para contener las protestas de la oposición a la que acusa de recurrir a acciones “terroristas” para dar un “golpe de Estado”.
Las protestas han dejado 41 fallecidos, aunque la Fiscalía General reconoce 38; más de 800 heridos y centenares de detenidos. Ante la creciente espiral de violencia, los ministros de asuntos exteriores de la Unión Europea instaron hoy a las autoridades venezolanas a investigar esos hechos, liberar los opositores detenidos y respetar los derechos constitucionales.
Maduro presentó a inicios de mes en el Consejo Nacional Electoral una convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente para redactar una nueva Constitución que reemplazaría a la que impulsó el entonces presidente Hugo Chávez en 1999. Durante esta semana, el gobierno proseguirá las reuniones con diferentes sectores sobre el proceso constituyente, adelantó el pasado viernes el mandatario.
Al defender la iniciativa de Maduro, el presidente de la comisión presidencial del proceso constituyente y ministro de Educación, Elías Jaua, afirmó ayer que la Asamblea Constituyente es una «alternativa constitucional» que surgió porque el «gobierno no cuenta con un interlocutor político para dialogar».
Jaua planteó, en una entrevista en el canal privado Televen, que la oposición está presionando las elecciones «bajo inestabilidad política».
La tensión política se activó luego de dos sentencias que dictó el Tribunal Supremo de Justicia en las que asumió la función legislativa de la Asamblea Nacional y limitó la inmunidad de los diputados. Poco después, los dictámenes fueron cambiados pero las protestas continuaron.