BRASILIA
AP
El presidente brasileño Michel Temer festejó ayer su primer aniversario en funciones con una ceremonia discreta en la que expresó optimismo sobre la economía y con la promesa de pasar una serie de reformas a través del Congreso, a pesar del brusco aumento del desempleo.
Durante un encuentro con sus aliados, Temer elogió a los legisladores por aprobar leyes de austeridad que, dijo, llevarán a Brasil a la vía del crecimiento. Prometió efectuar reformas laborales, jubilatorias y fiscales durante el resto de su mandato, que finaliza en diciembre de 2018.
La economía brasileña está en problemas y se pronostica que crecerá menos del 1% este año. Las cifras de desempleo de la semana pasada mostraron un aumento de 13 a 14 millones de personas sin trabajo.
Una reciente encuesta por parte del instituto Datafolha encontró que el 71% de los brasileños rechazan las reformas de Temer y solo el 9% aprueba su desempeño laboral tras un año en el cargo – cuatro puntos por debajo de la calificación de su predecesora, Dilma Rousseff, al momento de su detitución.
Si Temer se postulara a la reelección en 2018, el 2% dijo que votaría por él, según la encuesta en la que se entrevistó a 2 mil 781 personas entre el 26 y 27 de abril y tiene un margen de error de 2 puntos porcentuales.
El exvicepresidente tomó el cargo hace un año después de que el Congreso destituyera y posteriormente condenara a Rousseff por quebrantar las leyes fiscales.
«Vamos por buen camino, y esta larga recesión está por finalizar», dijo el asediado mandatario. «Comenzamos a preparar al país para una nueva fase de desarrollo».
Temer dijo que las altas cifras de desempleo en el país son «una herencia del gasto descontrolado» y prometió entregar un país «restructurado y contento» para su segundo aniversario en el cargo.