Berlín
DPA

Tras el escándalo en torno a un soldado que planeaba supuestamente un atentado en Alemania haciéndose pasar por un refugiado sirio, la ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, anunció hoy amplias reformas en el Ejército alemán.

La política cristianodemócrata explicó ante el comité parlamentario de defensa que si bien la investigación actual del caso por parte de la Fiscalía General del Estado es lo más importante, también se llevará a cabo un profundo proceso interno dentro de las Fuerzas Armadas.

«El Ejército alemán debe mirar hacia dentro, hacia su liderazgo y los valores», comentó la ministra tras la reunión a puerta cerrada en el Parlamento alemán. Los valores son el fundamento del Ejército, recordó.

La titular de Defensa se ha convertido estos días en el centro de todas las críticas que denuncian fallos en los centros de registro de inmigrantes al no darse cuenta de que un teniente alemán se hizo pasar por refugiado sirio y que incluso llegó a recibir prestaciones sociales, ni por el hecho de que nadie dentro de las tropas alemanas percibiera el peligro que podía entrañar la ideología ultraderechista del soldado.

Como respuesta a este escándalo, Von der Leyen no solo quiere llegar al fondo del asunto y ver si existe realmente una red ultraderechista dentro de las Fuerzas Armadas, sino también reformar los valores y normas que regulan el funcionamiento de las Fuerzas Armadas, revisadas por última vez en 1982.

Además, se analizará la educación política, formación y educación dentro del Ejército, anunció la política de la Unión Cristianodemócrata (CDU), de la canciller Angela Merkel.

Se quiere plantear problemas a los soldados, hasta el rango más bajo, para poder tener una imagen clara de la situación, indicó. De ello se extraerá un catálogo de medidas, agregó. «Es un camino largo que queremos recorrer juntos», afirmó. «Pero es el camino correcto».

«Se trata de un amplio proceso dentro del Ejército, que va desde los reclutas hasta los generales, desde los mandos intermedios hasta la ministra», explicó, aunque recomendó hacerlo «en la justa medida sin lanzar por la borda todo en bloque».

El escándalo se desató a finales de abril cuando las autoridades alemanas detuvieran al teniente Franco A. y volvió a caldearse con la detención el martes del teniente Maximilian T., acusado de colaborar con el primero para cometer un atentado de inspiración ultraderechista y de realizar conjuntamente una lista de posibles objetivos ordenados bajo diversas categorías, entre los que se encontraba el nombre del ex presidente de Alemania Joachim Gauck o el ministro de Justicia, Heiko Maas.

La detención del teniente Franco A. hizo saltar las alarmas en el país por la sospecha de que exista toda una red ultraderechista en las Fuerzas Armadas. Desde la plana política, numerosas voces pidieron a la titular de Defensa que asuma su responsabilidad en el asunto.

«Franco A. y sus colaboradores se comportaron de manera tan llamativa que no se pudo pasar por alto», declaró hoy el presidente del grupo parlamentario socialdemócrata, Thomas Oppermann. «Sin embargo, se miró hacia otro lado y por ello la ministra debe asumir la responsabilidad», agregó.

No obstante, el Gobierno alemán rehusó hoy hablar de una de red de la extrema derecha dentro del Ejército alemán. «Actualmente no hay indicio alguno que apunte a una red de este tipo», declaró un portavoz del Ministerio de Defensa en Berlín.

Los tres detenidos hasta el momento – los dos soldados alemanes y un estudiante- están acusados por las autoridades alemanas de planear un «grave delito contra la seguridad del Estado».

«El hecho es que hay un nuevo cómplice», informó la Fiscalía General del Estado. Pero el término de red es «desde el punto de vista jurídico confuso», agregó.

Los tres habrían participado en una conspiración para cometer un atentado en el país dentro de la cual Franco A. se registró como refugiado sirio para despistar así a las fuerzas de seguridad. El objetivo de los tres sospechosos era que el ataque fuera percibido por la población alemana como «un acto de terrorismo islamista radical de un inmigrante reconocido como refugiado», explicó la Fiscalía alemana.

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