Kabul
DPA

En lo que va de año, casi 90 mil personas han huido de sus hogares en Afganistán a causa de los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y la milicia integrista talibán, según un informe publicado anoche por la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

El informe señala que en 29 de las 34 provincias afganas se registraron desde principios de año desplazamientos forzosos.

Además, Naciones Unidas estima que tan solo en la provincia norteña de Kunduz, escenario de enconados enfrentamientos, más de 30 mil personas han huido desde enero, casi el 40 por ciento de la población total desplazada en el país.

La conquista de Kunduz es uno de los principales objetivos de los talibanes, que acaban de iniciar su nueva ofensiva de primavera.

El año pasado huyeron de la violencia en Afganistán más de 660 mil personas. Para 2017, OCHA prevé un número adicional de al menos 450 mil desplazados forzosos. Muchos de los huidos no reciben ayuda debido a que viven en regiones inaccesibles para las organizaciones humanitarias.

Entre tanto, un clérigo afgano de alto rango murió en la mañana de hoy al explotar una bomba debajo de una alfombra acolchada tradicional (toshak) en la que estaba sentado cuando estaba dando clases en una escuela religiosa en la provincia de Parwan, en el noreste del país.

El estallido mató al presidente del Consejo de Mulás de Parwan, Maulawi Shah Agha Hanafi, y causó heridas a al menos seis de sus jóvenes estudiantes, indicó el jefe de la Policía de la provincia, Mohamad Saman Mamosai.

La Policía informó que cuatro sospechosos habían sido arrestados, entre ellos vigilantes de la escuela. Los talibanes han matado en el pasado a varios mulás que cuestionaban el liderazgo religioso de la milicia fundamentalista.

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