Caracas
DPA
La mayoría opositora en la Asamblea Nacional (Congreso) de Venezuela y el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, coincidieron hoy en acusar al presidente Nicolás Maduro de querer perpetrar un golpe de Estado con su convocatoria a una Asamblea Constituyente.
La Asamblea Nacional aprobó hoy una resolución en rechazo a la convocatoria de la Asamblea Constituyente, mientras que el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, acusó a Maduro de promover «un nuevo golpe de Estado».
Asimismo, Estados Unidos acusó a Maduro de cambiar las «reglas del juego» para retener el poder y dejó la puerta abierta a imponer más sanciones a funcionarios de su Gobierno.
«Estamos profundamente preocupados por las motivaciones de esta Asamblea Constituyente, que ignora la voluntad del pueblo venezolano y erosiona más la democracia venezolana», dijo Michael Fitzpatrick, subsecretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental, horas después del nuevo movimiento del mandatario.
En una reunión en la casa de Gobierno con representantes de diversos sectores del país, Maduro dijo: «Ha arrancado el proceso constituyente», con el que espera reformar la Constitución y sugirió que servirá para derrotar el «golpe de Estado en marcha», como llamó a las protestas contra su Gobierno, que en un mes han dejado más de 30 muertos y 500 heridos.
La bancada opositora en la Asamblea Nacional condenó la convocatoria de la Constituyente que Maduro firmó el lunes, por considerarla una continuación del «golpe de Estado», que creen estaría perpetrando el mandatario.
Durante el debate parlamentario, el diputado Juan Miguel Matheus advirtió que «el propio Maduro dijo ayer que no iba a haber Constituyente con consulta popular», sino que buscaría una elección de «segundo grado», con votos emitidos desde organismos impulsados por el Gobierno, en la que casi la mitad de los delegados serían escogidos por agrupaciones controladas por el chavismo.
Además, Matheus acotó que según la Constitución «Maduro sólo tiene poder de iniciativa, quien convoca la Constituyente es el pueblo a través del voto universal», por lo que el intento de convocar directamente la elección de los delegados sin un referéndum previo sería inconstitucional.
Maduro aseguró que la Constituyente «comunal, obrera y popular» tendría unos 500 delegados constituyentes, de los cuales unos 200 serían elegidos por representantes del poder popular organizado.
Esta Constituyente tendría un carácter plenipotenciario, agregó Maduro, por lo que podría cambiar la Constitución, las leyes o disolver poderes como la Asamblea Nacional, que está abiertamente enfrentada al Ejecutivo.
En el debate en la Asamblea, el diputado Henry Ramos Allup dijo que la asamblea «prostituyente», como la llamó, buscaría utilizar a agrupaciones vinculadas al oficialismo como comunas (juntas vecinales) o gremios para sustituir al voto popular debido a la alta impopularidad del mandatario.
Dijo que resulta extraño que pretenda llamar a elecciones de los delegados de la Constituyente y no convoca a los comicios de gobernadores, que están suspendidos desde diciembre.
Por su lado, Almagro envió un mensaje en video distribuido en Washington contra Maduro y su proyecto.
«Atenta contra el respeto a los más elementales principios que regulan un sistema democrático y afecta los derechos humanos de sus ciudadanos, y todo ello solo tiene un nombre en el derecho: un nuevo golpe de Estado promovido desde la presidencia del país», dijo.
En su reacción a la convocatoria de la Asamblea Constituyente, Almagro calificó esta de «fraudulento llamado» que busca consolidar un «régimen autoritario» y defendió que solo el pueblo puede convocarla.
«La propuesta anunciada es errada, inconstitucional y fraudulenta», dijo. «Una Asamblea Constituyente convocada sobre la base de la discriminación política violando la Constitución y a medida del régimen es en sustancia y forma antidemocrática porque se ha usurpado el poder del pueblo».