Río de Janeiro
DPA
Los sindicatos brasileños iniciaron sus preparativos para una huelga general convocada para hoy contra las reformas del Gobierno de Michel Temer, la primera en el país sudamericano desde hace 21 años.
La protesta se dirige sobre todo contra las reformas del sistema de pensiones y de la legislación laboral, dos de los ajustes más importantes planeados por el Ejecutivo conservador de Temer para este año.
«Vamos a hacer la mayor huelga general de la historia de Brasil», aseguró el presidente de la Central Única de Trabajadores (CUT), Vagner Freitas, justo un día después de que la Cámara de Diputados aprobara la reforma de trabajo, que reducirá costos laborales y mermará el poder de los sindicatos.
«Estamos muy animados, aún más con la payasada hecha por los congresistas ayer (miércoles). Eso coloca más fuego en la huelga», agregó Freitas. El Senado debe aprobar aún la reforma laboral.
A la convocatoria se unieron los principales sindicatos y movimientos sociales del país. En Sao Paulo, motor económico de Brasil y centro del sindicalismo, paralizarán sus labores entre otros el sector bancario y los transportistas. Los huelguistas también anunciaron un paro de los dos aeropuertos paulistas.
El alcance de la convocatoria es difícil de estimar. La última huelga general en Brasil tuvo lugar en 1996 durante el Gobierno de Fernando Henrique Cardoso, entonces en protesta por el alto desempleo y los bajos salarios.
Brasil está sumido desde hace tiempo en una grave crisis económica, que causó una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) por encima del tres por ciento durante dos años consecutivos.
Desde que llegó al poder en 2016, Temer impulsa un duro programa de recortes y ajustes para intentar reactivar la economía. El país sudamericano espera salir este año de la recesión con un crecimiento mínimo de 0,2 por ciento.
