SAN FRANCISCO
AP
El presidente Donald Trump fustigó hoy en Twitter la decisión de un juez federal estadounidense que bloqueó su orden ejecutiva sobre inmigración, diciendo que el fallo del magistrado fue «ridículo».
Un día después de que el juez William Orrick bloqueó la orden de Trump de negar fondos federales a las «ciudades santuario» que limiten su cooperación con las autoridades de inmigración, Trump dijo que llevaría la pelea «a la Corte Suprema».
Trump dijo en su tuit que la corte del noveno circuito en San Francisco tiene «un historial terrible de haber visto anuladas sus decisiones».
Por tercera vez en dos meses, un juez federal anula una orden de Trump sobre inmigración y usó las propias palabras del presidente en su contra. También afirmó que el mandatario no cuenta con la autoridad para añadir nuevas condiciones al gasto federal.
Orrick dijo que el hecho de que Trump llamó la orden «un arma» contra comunidades que no están de acuerdo con su política preferida de inmigración es evidencia de que el gobierno planeaba usar la orden ejecutiva ampliamente contra todo tipo de fondos federales, no una porción relativamente pequeña de subsidios como había argumentado el Departamento de Justicia.
Fue otro tropezón en políticas de inmigración para Trump en momentos en que su gobierno alcanza los 100 días de su mandato.
El juez William Orrick emitió el fallo temporal en dos demandas, una presentada por la ciudad de San Francisco y la otra por el condado Santa Clara, en contra del decreto de Trump dirigido a las comunidades que protegen a los inmigrantes de ser deportados.
La decisión será vigente mientras la demanda es dirimida en la corte.
«Los fondos federales que no representan una relación importante con las leyes migratorias, no pueden ser puestos bajo amenaza tan solo porque una jurisdicción elija una estrategia de aplicación de leyes migratorias con la que el Presidente no está de acuerdo», comentó el juez.
El jefe de gabinete en la Casa Blanca, Reince Priebus, describió la decisión como otro ejemplo de que «el Noveno Circuito se volvió loco».
El gobierno a menudo ha criticado a la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito. Orrick no es parte de esa corte, pero su distrito está en el territorio del tribunal de apelaciones, que ha fallado en contra de una de las restricciones migratorias de Trump.
«El concepto de que una agencia no pueda poner una restricción razonable a la manera en que invierte sus fondos es algo que eventualmente se revertirá, y ganaremos en la Corte Suprema en algún momento», dijo Priebus.
El abogado en representación de la ciudad de San Francisco, Dennis Herrera, elogió el fallo y dijo que el Presidente fue «obligado a dar un paso atrás».
«Es por esto que tenemos tribunales, para evitar los excesos de un presidente y un secretario de Justicia que o no entienden la Constitución o decidieron ignorarla», dijo Herrera en un comunicado.
El concejal del condado Santa Clara, James Williams, dijo que el fallo permite que las ciudades y condados de todo el país preparen sus presupuestos sin la «amenaza anticonstitucional de retiro de fondos federales».
El abogado del Departamento de Justicia, Chad Realder, previamente defendió la orden ejecutiva del mandatario y dijo que era un intento de usar su «posición de autoridad» para «alentar a las comunidades y estados a apegarse a la ley».
El gobierno aún no ha recortado fondos ni ha declarado a ninguna comunidad como ciudad santuario. Pero el Departamento de Justicia envió cartas la semana pasada para aconsejar a las comunidades a demostrar que están en cumplimiento de las leyes. Se le informó a California que podría perder 18,2 millones de dólares.
«Ciudades santuario» es un término vago para las jurisdicciones que no cooperan con las autoridades migratorias.
El gobierno de Trump arguyó que la orden ejecutiva aplica tan solo a las ciudades que prohibieron que las autoridades reportaran el estatus migratorio de las personas en respuesta a las solicitudes federales. Pero Orrick dijo que también está redactado para aplicarse a las ciudades que se rehúsen a retener a los presos a petición de las autoridades migratorias.