Por KRISTEN GELINEAU y KEN THOMAS,
SYDNEY
Agencia AP

Más de dos meses después de que el presidente Donald Trump discutió con el líder de Australia, el vicepresidente estadounidense Mike Pence buscará suavizar cualquier resentimiento persistente.

Pence se reunirá con el primer ministro australiano Malcolm Turnbull mañana como parte de su viaje de 10 días por cuatro países de Asia. Su agenda incluye tranquilizar a Turnbull sobre la alianza Estados Unidos-Australia, y establecer las prioridades del nuevo gobierno para la Cuenca del Pacífico.

«En parte, podríamos llamarla una misión diplomática de limpieza», dijo Michael Auslin, del American Enterprise Institute, analista de temas de seguridad asiáticos. El especialista indicó que Pence estará más centrado en ofrecer a Turnbull un mapa de cómo los dos países pueden trabajar juntos durante la presidencia de Trump.

La cercanía que comparten ambos países se basa en décadas de cooperación en defensa, inteligencia y comercio. Australia ha luchado junto a Estados Unidos en todos los conflictos importantes desde la Primera Guerra Mundial y es uno de los mayores contribuyentes de la campaña militar estadounidense en Irak y Siria. También es parte del programa de intercambio de inteligencia «Cinco Ojos» con Estados Unidos, junto con Canadá, Gran Bretaña y Nueva Zelanda.

Sin embargo, Australia se inconformó cuando Trump decidió sacar a Estados Unidos del Tratado de Asociación Transpacífico (TPP) donde participan 12 naciones. Luego, en una llamada telefónica, Trump y Turnbull tuvieron diferencias por un acuerdo para recibir a refugiados que fue pactado por el gobierno de Barack Obama.

Según ese acuerdo, Estados Unidos aceptaría hasta 1,250 refugiados que Australia alberga en campos de detención en Nauru y Papúa Nueva Guinea. Trump —que tiene mano dura hacia la inmigración— se enfureció por el acuerdo, lo que provocó la tensa llamada telefónica con Turnbull y un tuit donde el presidente estadounidense dijo que el trato era «tonto».

Para sumar, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, en declaraciones de prensa ha pronunciado mal el nombre de Turnbull, diciéndole «Trumbull».

Artículo anteriorArkansas realiza su primera ejecución desde 2005
Artículo siguienteProhíben en Rusia actividades de los Testigos de Jehová