EGIPTO
POR AGENCIAS/AP

Atacantes suicidas detonaron bombas con una diferencia de horas en dos iglesias coptas del norte de Egipto en un atentado que mató a 44 personas, convirtió las misas del Domingo de Ramos en escenarios de horror y que causó tal indignación del gobierno que el Presidente solicitó la imposición del estado de emergencia durante tres meses.

El grupo Estado Islámico se atribuyó los ataques, lo que aumenta el temor a que los extremistas estén cambiando el foco de sus atentados hacia los civiles, especialmente contra la minoría cristiana egipcia.

Las explosiones en las ciudades de Tanta y Alejandría, en el norte del país, dejaron también 126 heridos y se produjeron al comienzo de la Semana Santa, que precede a la Pascua, y semanas antes de que el papa Francisco visite el país más poblado del mundo árabe.

El papa Teodoro II, líder de la Iglesia copta y que se reunirá con Francisco el 28 y 29 de abril, se encontraba en la catedral de Alejandría en el momento del ataque, pero resultó ileso, de acuerdo con el Ministerio del Interior.

Fue el día más letal para los cristianos en décadas y el peor desde una explosión en una iglesia de El Cairo en diciembre que dejó 30 muertos.

Anoche, el presidente del país, Abdul Fatá el Sisi, solicitó el estado de emergencia durante tres meses. De acuerdo con la Constitución de Egipto, el Parlamento deberá aprobar la declaración – algo que se da por hecho dado que la asamblea cuenta con una gran cantidad de partidarios del presidente. No pueden pasar seis meses sin someter su extensión a un referendo.

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