BUENOS AIRES
AP

En un marco de creciente conflictividad social el sindicalismo realizaba hoy su primera huelga nacional contra el presidente Mauricio Macri con quien mantiene un pulso por las reformas económicas que, según los gremios, amenazan las conquistas del poderoso movimiento obrero argentino.

Sindicatos de distintas actividades productivas y de los sectores del transporte público, la educación y la salud se adhirieron al paro convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT), la principal organización sindical, y las dos facciones de la Central de los Trabajadores de Argentina (CTA).

El mandatario consideró al paro una protesta de tinte político que busca desestabilizar al gobierno.

Las fuerzas de seguridad aseguraron parcialmente el tránsito de las personas que se movilizaron en automóvil para llegar a sus lugares de trabajo en varios accesos a la capital argentina bloqueados por partidos políticos y organizaciones sociales de izquierda que apoyan la huelga. Para ello emplearon carros hidrantes con el fin de retirar a los manifestantes, varios de los cuales fueron detenidos.

Carlos Acuña, uno de los líderes de la CGT, dijo que el paro es un «éxito» porque «ha mostrado la disconformidad con la política económica» y advirtió que el Presidente «está desubicado» y habla como si se creyera «dueño de la verdad».

La CGT, que responde al peronismo opositor, y las dos CTA de tendencia izquierdista reclaman la protección de la industria nacional ante la apertura de las importaciones, el cese de los despidos, un incremento en los salarios y políticas sociales que mejoren las condiciones de sectores vulnerables afectados por una inflación que en 2016 subió a 40%.

En 2016 el desempleo fue de 7,6% y la pobreza de más de 30%. Macri sostiene que después de cinco años de estancamiento y altos índices de inflación la economía crecerá este año y el alza de precios no superará el 17%.

La huelga es el corolario de una seguidilla de protestas protagonizadas por distintos sindicatos contra las «políticas de ajuste» de Macri, un conservador que asumió el poder en diciembre de 2015 en reemplazo de la peronista de centroizquierda Cristina Fernández (2007-2015) y aplicó reformas que modificaron las políticas populistas de su antecesora.

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