Quito
DPA
Los ecuatorianos despejarán el 2 de abril una incógnita para muchos: ¿será el fin de la «era Correa» y del progresismo o se sumará el país al giro a la derecha que se registra en la región?
El próximo domingo, en la segunda vuelta presidencial, deberán elegir entre el socialista Lenín Moreno, apoyado por el movimiento oficialista Alianza País (AP), y el conservador Guillermo Lasso, candidato de la alianza opositora de Creando Oportunidades (Creo) y el Movimiento Sociedad Unida Más Acción (Suma).
«Algunos temen que en América Latina se instauren nuevamente gobiernos de derecha, pero creo que jamás se fueron, si estos gobiernos fueron de izquierda no lo hicieron notar. Ahora es el miedo y la desesperación, porque lograron poner al pueblo en su contra», consideró la politóloga Ana Minda.
Lo cierto es que en el último tiempo la derecha logró llegar al poder en otros países de la región, como Argentina, Brasil o Perú. Y en las elecciones intermedias de alcaldes, alcanzó los cabildos más importantes de Ecuador: Quito, Guayaquil y Cuenca.
La derecha está proponiendo «el cambio de modelo económico hacia otro que haga más énfasis en el mercado, con menos impuestos, que le dé menos presencia al Estado y a su capacidad regulatoria», opinó el catedrático Adrián Bonilla.
Según los últimos datos de las principales encuestadoras, la mayoría de los 12.5 millones de electores votaría por la fórmula oficialista, que parte con una ventaja de entre 4 y 12 puntos.