San Salvador
DPA

Un tribunal de El Salvador dio inicio hoy al proceso penal al que someterá a 18 jerarcas militares salvadoreños que habrían ordenado y dirigido la masacre de El Mozote, una acción en la que murieron mil personas.

En el primer día, el tribunal de San Francisco Gotera, del departamento oriental de Morazán, llamó a nueve generales y coroneles señalados como culpables y les leyó el contenido de las acusaciones, entre ellas homicidio, robo y destrucciónes de domicilios.

Entre los acusados está el ex ministro de la Defensa Nacional, general retirado Guillermo García, a quien Estados Unidos deportó por su involucramiento en actos graves de violaciones de los derechos humanos. También hay generales y coroneles antaño considerados «intocables», como los generales Guillermo García, Rafael Flores Lima y Rafael Bustillo, todos del alto mando durante el conflicto armado.

La masacre de El Mozote, en la zona norte y montañosa de Morazán, tuvo lugar entre el 10 y el 12 de diciembre de 1981. Fue una operación de «tierra arrasada» en la que se cercaba a la población civil, se le asesinaba y se le robaban sus bienes, como ganado y enseres domésticos.

Después de la masacre, revelada el 27 de enero de 1982 internacionalmente por periodistas del The Washington Post y The New York Times, organismos de derechos humanos como Amnistía Internacional y la Comisión Interamericanana de Derechos Humanos (CIDH), condenaron al Estado salvadoreño y le exigieron enjuiciar a los responsables, pero a éstos los cubría la Amnistía General promulgada en 1993.

En junio de 2016 la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) derogó la Amnistía de 1993 y es por ello que en la actualidad se procesa a los militares que han sobrevivido y que tienen responsabilidades en los nefastos hechos.

El principal jefe ejecutor de la masacre fue el ya fallecido coronel Domingo Monterrosa, a quien en la actualidad la oficialidad militar aún rinde culto.

En los 12 años de guerra civil en El Salvador murieron casi 75 mil personas, 8 mil quedaron desaparecidas y un millón buscó refugio en el extranjero, especialmente en Estados Unidos. La guerra terminó en enero de 1992 con un acuerdo político en el que la guerrilla se convirtió en partido electoral, el ejército se depuró, se redujo y se puso bajo las órdenes del poder civil.

“Yo veía que pasaban con más grupos de mujeres y todas las que quedaban después de mí las mataron. Y después que las mataron le pusieron fuego a las casas, y después ellos –los soldados– se quedaron comentando que habían terminado de matar viejas y viejos, y que solo faltaba la gran cantidad de cabrones, que eran los niños.”
Rufina Amaya, sobreviviente de la masacre.


CONFLICTO ARMADO

12
años de guerra

75 mil
muertos

8 mil
desaparecidos

1 millón
emigrantes

Artículo anteriorELN espera que el Papa «empuje» proceso de paz en Colombia
Artículo siguienteEntre seguridad y barrotes, los guatemaltecos resguardan sus vidas