En esta imagen de archivo, tomada el 21 de marzo de 2017, la destituida presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, a su llegada a la oficina de la fiscalía en Seúl, Corea del Sur. La fiscalía surcoreana habría decidido pedir al tribunal que emita una orden de detención contra Park Geun-hye por acusaciones de corrupción, según medios surcoreanos. (Kim Hong-ji/Pool foto via AP, archivo)

Por DPA

La Fiscalía surcoreana pidió hoy la detención de la ex presidenta Park Geun-hye por acusaciones de corrupción, después de su destitución al frente del país.

Según la agencia Yonhap, Park enfrenta cargos por «soborno, abuso de poder, coerción y filtración de secretos del Gobierno» en el escándalo que involucra a su confidente Choi Soon-sil.

El caso es grave, subrayó la Fiscalía, porque Park utilizó su posición y su poder como presidenta para beneficiar a Choi y se extorsionó a las empresas para que donaran dinero.

«Se ha reunido mucha evidencia hasta el momento, pero como la sospechosa niega todos los hechos, existe la posibilidad de destrucción de pruebas por su parte», añade un comunicado de la fiscalía.

La corte de distrito de Seúl convocó una audiencia para el jueves para analizar la solicitud de la Fiscalía. Si da luz verde, el siguiente paso será presentar acusación formal para que Park entre en prisión preventiva.

«Sería injusto no pedir su detención en vista de que su cómplice Choi Soon-sil y todos los funcionarios del Gobierno que siguieron sus órdenes y los que dieron sobornos están bajo arresto», argumentó la Fiscalía.

La semana pasada, Park fue interrogada durante 14 horas por los fiscales. Según los medios, de ser declarada culpable podría ser condenada incluso a cadena perpetua.

El caso de corrupción sacudió al país durante meses. La dirigente, de 65 años y primera presidenta de Corea del Sur, fue destituida de su cargo por la Asamblea Nacional en diciembre bajo cargos de haber extorsionado a compañías junto con

Choi y de haberle permitido a esta última interferir en los asuntos oficiales.
El Tribunal Constitucional confirmó el 10 de marzo su destitución, con lo que quedó anulada su inmunidad parlamentaria.

Park se ha disculpado varias veces por el escándalo pero niega haber cometido delito alguno. También Choi se ha declarado inocente de una serie de acusaciones como abuso de poder e intento de fraude.

En opinión de los jueces del Constitucional, Park permitió que Choi tuviera acceso a documentos reservados y además, gracias a su estrecha relación con Choi, presionó a varias empresas, entre ellas al mayor grupo del país, Samsung, a donar millones a sus fundaciones y organizaciones.

Están en prisión, entre otros, ex asesores de Park y el vicepresidente de Samsung Electronics, Lee Jay-yong. El país elegirá un nuevo presidente el 9 de mayo.

Hasta su caída en desgracia, Park era una de las políticas conservadoras más influyentes del país y fue elegida diputada en cinco ocasiones. Es la hija de Park Chung-hee, que gobernó el país de forma dictatorial entre 1963 y 1979.

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