Madrid
DPA

El pulso independentista de Cataluña es un tema central este año en la agenda española y europea al coincidir diversos procesos judiciales y políticos abiertos, pero la tensión por los anhelos secesionistas de la región tiene años de historia.

La comunidad autónoma nororiental, una de las más ricas y pobladas de España, es junto a País Vasco y Galicia una de las tres consideradas «históricas»: las que habían iniciado un proceso para contar con una norma que regulara la región antes de la dictadura de Francisco Franco (1939-1975).

Ese alto nivel de autonomía fue reconocido en la Constitución española de 1978, que dotó por ejemplo a Cataluña de una Policía propia, los Mossos d’Esquadra. La lengua catalana, prohibida durante el franquismo, fue reconocida como lengua cooficial con el español.

La región con capital en Barcelona y patria de artistas de fama mundial como Salvador Dalí, Joan Miró o Joan Manuel Serrat cultivó siempre sentimientos nacionalistas alimentados por su identidad lingüística e histórica, las tradiciones culturales propias o el alto desarrollo industrial y económico.

Pero fueron sobre todo dos factores los que dispararon recientemente el movimiento independentista: el impacto de la crisis que sacudió España desde 2009 y la decisión del Tribunal Constitucional español de anular en 2010 algunos puntos del nuevo Estatuto de Autonomía catalán, una suerte de Constitución regional.

Partidos independentistas culparon de la crisis a Madrid y explotaron el fallo como una humillación a Cataluña, al tiempo que se organizaban manifestaciones masivas en reclamo del derecho a decidir y el Gobierno catalán daba pasos hacia un referéndum secesionista.

Una consulta convocada en 2014 y declarada ilegal por la Justicia española motivó un juicio contra el entonces presidente del Gobierno catalán, Artur Mas, quien recientemente fue condenado a dos años de inhabilitación en una sentencia que todavía no es firme.

Cerca de dos de los 7,5 millones de catalanes acudieron a las urnas en aquella ocasión. Cerca del 80 por ciento se pronunció a favor de una Cataluña independiente.

El Gobierno regional actual asegura que convocará este año un nuevo referéndum, una posibilidad rechazada de plano y tachada de ilegal por el Gobierno central del conservador Mariano Rajoy y su Partido Popular (PP).

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