Trujillo (Perú)
DPA
El número de personas afectadas por la ola de lluvias que sufre el Perú desde diciembre llegó a 500 mil, informó hoy el presidente del Consejo de Ministros, Fernando Zavala.
Zavala indicó en la ciudad de Trujillo, a donde llegó para inspeccionar los trabajos, que el Gobierno prepara cinco grandes campamentos para reunir a quienes han perdido todo por las inundaciones derivadas de las lluvias.
Aunque el jefe de Gabinete no mencionó el número de víctimas fatales, las autoridades han reportado 50, incluidas dos de esta semana.
La presencia de Zavala en Trujillo, en el norte del país, coincidió hoy con la ruptura de los diques construidos para proteger a la localidad en 1998, con lo que las aguas de los ríos inundaron buena parte de esa ciudad -una de las mayores del Perú-, incluido el centro histórico.
En Lima entretanto se conoció que en las próximas horas debe haber nuevas inundaciones en los distritos Chaclacayo y Chosica, dos de los más afectados desde el inicio, pues quebradas de la provincia aledaña de Huarochirí se desbordaron y las aguas bajan hacia esas zonas del oriente limeño.
El llamado por científicos locales «fenómeno del niño costero» incrementó la temperatura del mar peruano en cuatro grados en promedio, lo que ocasiona fuertes y permanentes aguaceros en la sierra y la costa. Incluso en Lima, construida en un desierto en el que casi nunca llueve, han caído lloviznas de consideración.
Aunque el problema afecta a todo el país, los daños de los últimos días se concentran sobre todo en la costa norte, es decir Lima y los departamentos de Piura, Tumbes, Lambayeque, Áncash y La Libertad, este último con Trujillo como capital.
Lima seguía hoy inundada en varios puntos y en alarma por el desbordamiento de ríos y quebradas, mientras las casas se quedaban sin agua por medidas de prevención adoptadas por el Servicio de Agua Potable y Alcantarillado, que cierra sus bocatomas durante 21 horas diarias para evitar la contaminación con lodo.
Vecinos y brigadas especializadas luchaban para enmendar los daños causados en Lima por los rios Rímac y Huaycoloro y, en menor medida, Lurín y Chillón.
«El Gobierno está absolutamente dedicado a impedir más problemas. Tenemos maquinaria, (pero) lo que pasa es que esto es un diluvio que nadie podía prever, porque ocurre cada 50 años. Hay que ser muy prudentes y tengan fe, que el Gobierno se está ocupando», afirmó hoy el presidente Pedro Pablo Kuczynski.
Kuczynski, sin embargo, dijo que aún no se declarará un estado de emergencia en Lima para aliviar trámites burocráticos, por lo que la medida se mantiene solo en Piura, Lambayeque y Tumbes.
El «fenómeno del niño costero», que no es el fenómeno El Niño que se presenta con cierta recurrencia en todo el Pacífico, pues solo afecta al mar peruano y responde a otros factores, incluido el cambio climático, se extenderá hasta al menos mediados de abril, anticipó un portavoz del Servicio Nacional de Hidrología y Metereología, Nelson Quispe.
Las autoridades todavía no cuantifican pérdidas en infraestructura, que incluye casas que se derrumbaron parcial o totalmente, amplios trechos de carreteras inservibles y hectáreas de cultivos que se perdieron.
Según expertos, las dimensiones del problema no se sentían desde los fenómenos El Niño de 1983 y 1998.
Colombia y Venezuela a través de sus gobiernos le ofrecieron hoy formalmente ayuda al Perú para enfrentar la situación.