Brasilia
DPA
El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva compareció hoy ante la Justicia para declarar como acusado en unos de varios juicios en su contra por la megacausa anticorrupción conocida como «Lava Jato».
Lula negó ante un tribunal en Brasilia acusaciones de que intentó obstruir «Lava Jato» disuadiendo a un ex director de la petrolera estatal Petrobras, Nestor Cerveró, de cooperar con la Justicia.
«Los datos son falsos», citó el diario «Folha de Sao Paulo» al ex jefe de Estado (2003-2010). Las acusaciones habían sido vertidas por el ex senador Delcídio do Amaral, antiguo miembro del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula.
El expresidente, de 71 años, debe responder en al menos tres casos de «Lava Jato» ante los tribunales. La fiscalía lo acusa en otros dos más.
En los más graves, el exmandatario está acusado de corrupción y lavado de dinero, entre otros cargos por haber aceptado supuestamente recibir un apartamento renovado en la costa de Sao Paulo de una empresa, a cambio de favorecerla en sus tratos con Petrobras.
En caso de ser declarado culpable, el expresidente podría ser condenado a prisión. Lula niega las acusaciones y amaga desde hace tiempo con presentarse a las elecciones presidenciales de 2018.
El exlíder obrero es aún muy popular entre las clases más pobres y círculos de izquierda. Los últimos sondeos lo colocaban como favorito en caso de ser candidato.
La operación «Lava Jato» («Lavado de coches») investiga a decenas de políticos acusados de recibir sobornos a cambio de favorecer a empresas en sus negocios con el Estado, sobre todo con Petrobras.
Varios poderosos empresarios y políticos están en tanto presos por la que es considerada como la operación anticorrupción más grande de la historia brasileña.
