Ginebra,
DPA
El Ejército sirio utilizó gas cloro en los enfrentamientos en la ciudad de Alepo y cometió otros crímenes de guerra, según un informe del Consejo de Derechos Humanos de la ONU publicado hoy.
Además, Siria y su aliada, Rusia, bombardearon desde el aire deliberadamente hospitales y otras instalaciones civiles para obligar al enemigo a abandonar, indica el informe.
El documento responsabiliza también a Siria del ataque aéreo a un convoy de ayuda, mientras que el Consejo acusa a los grupos armados de opositores del Gobierno de atacar arbitrariamente zonas habitadas por civiles, de impedir a la gente huir y de acaparar los productos de ayuda humanitaria. Hechos que también son crímenes de guerra, añade.
«Los civiles pagaron en las dos partes de la ciudad el precio más alto de la brutalidad», dijo el Consejo y añadió que se produjeron pérdidas enormes de vidas humanas.
La ciudad del norte de siria fue durante mucho tiempo una de las zonas más conflictivas de la guerra civil siria. Las fuerzas leales al Gobierno, con ayuda de ataques aéreos rusos, aislaron el este de Alepo, en manos de los rebeldes, en el verano (boreal) de 2016.
El Ejército y sus aliados tomaron finalmente la zona oriental de la ciudad poco antes de Navidad, tras semanas de enfrentamientos, y tanto rebeldes como civiles fueron evacuados tras firmar un acuerdo.
La conquista de Alepo significó una importante victoria para el Gobierno sirio en la guerra de casi seis años, que se ha cobrado cerca de 400 mil vidas. Ahora, el Gobierno se encuentra en una posición más fuerte en las conversaciones de paz que tienen lugar desde hace una semana en Ginebra que en las fallidas negociaciones de hace un año.
Durante todo el año, las Fuerzas Armadas sirias realizaron ataques en Alepo en los que utilizaron gas cloro, apuntó el informe.
Rusia y China vetaron ayer la imposición de sanciones a Siria por uso de armas químicas en el Consejo de Seguridad de la ONU.
En 2013 ya murieron alrededor de 1,400 personas al este de la capital, Damasco, en ataques con gas venenoso. El Gobierno sirio acordó entonces renunciar a todas sus reservas de gas nocivo. Sin embargo, el cloro no entró dentro de la prohibición porque se usa con fines civiles.
Además, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU acusó a las fuerzas gubernamentales de haber matado como venganza a los combatientes de la oposición y sus seguidores tras la conquista del este de Alepo. Asimismo, el Ejército obligo a alistarse a cientos de hombres, según apuntó el Consejo.
Los grupos armados, por su parte, atacaron arbitrariamente el oeste de Alepo. Además, algunas milicias impidieron a los civiles huir y los utilizaron como escudo, según el Consejo y añadió que el acuerdo de evacuación de la ciudad también fue un crimen de guerra, puesto que las personas fueron expulsadas por la fuerza.
