San Salvador
DPA

La comunidad jesuita de El Salvador mostró hoy su preocupación por el alto número de homicidios y ejecuciones extrajudiciales en el país centroamericano.

«Lo más preocupantes es que no hay garantía ni protección estatal adecuada respecto al derecho a la vida y es preocupante la ola de violencia, la cantidad de homicidios y las ejecuciones extrajudiciales», dijo el director del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (IDHUCA), padre José María Tojeira, durante la presentación del Informe de Derechos Humanos 2016.

Las cifras oficiales de la Policía Nacional Civil (PNC) señalan que el año pasado fueron asesinadas 5.278 personas, «una cantidad que nos pone en una tasa superior a los 80 homicidios por cada 100 mil habitantes al año», señaló Tojeira.

En el informe se lee que «evidentemente la violencia es uno de los factores que más afectan el derecho a la vida y que los homicidios ofrecen en el país la más dura realidad”.

«En una población calculada en 6,3 millones de habitantes no podremos hablar de una seguridad adecuada mientras las cifras no desciendan a los 630 homicidios al año», agregó Tojeira. «Esta proporción, menos de diez homicidios por cada 100 mil habitantes, no se ha logrado en El Salvador desde que se lleva contabilidad de homicidios en el país, hace aproximadamente 50 años».

Por otra parte, en 2016 se registraron 650 enfrentamientos armados entre miembros de las fuerzas de seguridad pública y presuntos pandilleros, lo que representa un aumento de un 4,5 por ciento con respecto al año anterior. Algunos mostraron indicios de presuntas ejecuciones extrajudiciales.

Según el IDHUCA, cerca de un 85 por ciento de los homicidios quedan en la impunidad actualmente.

Tojeira también mostró su preocupación por los malos tratos y torturas que «se está multiplicando por parte de la PNC (Policía Nacional Civil».

«Por eso proponemos que se ratifique el Protocolo Adicional contra la Tortura, ya que somos los únicos de Centroamérica que no lo ha hecho», precisó.

Cifras oficiales avaladas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que en 2016 la tasa de homicidios de El Salvador bajó a 80 por cada 100.000 habitantes, cuando en 2015 la tasa era de 104 por cada 100.000 habitantes. Aun así, la tasa de homicidios de El Salvador es la más alta de Latinoamérica y una de las más altas del mundo.

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