Londres
DPA

La organización Amnistía Internacional (AI) alertó hoy sobre una creciente amenaza mundial para los derechos humanos por el ascenso de una «retórica del odio» a nivel político, citando como ejemplo la última campaña electoral en Estados Unidos y los discursos nacionalistas en Europa.

«El 2016 fue un año en el cual el uso descarado de narrativas del tipo ‘nosotros contra ellos’ (…) ganaron prominencia global, a un nivel que no veía desde la década de 1930», indicó el secretario general de AI, Salil Shetty, con motivo de la presentación mundial del informe anual de la organización con sede en Londres.

El texto cita el avance de esa retórica de estigmatización contra determinados grupos de personas como el fenómeno más peligroso de 2016, que se sumó a las continuas violaciones de derechos humanos en países pobres y en zonas de conflicto.

«Son muchos los políticos que han respondido a temores reales (de la población) respecto a la seguridad y la economía utilizando la manipulación política identitaria de forma separatista y perversa», criticó Shetty, apuntando directamente al caso del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

«La retórica agresiva de la campaña presidencial de Donald Trump es un ejemplo de la tendencia global de políticas sectaristas y cada vez más rabiosas», dijo el representante de AI. «Además de él, muchos otros líderes políticos en diferentes partes del mundo apostaron por las narrativas de miedo, culpa y división para alcanzar un cargo futuro», agregó.

Amnistía alertó que el apogeo de esos discursos puede favorecer un «efecto dominó» y un nuevo orden mundial en que «los derechos humanos sean presentados como una barrera para los intereses nacionales».

«Hasta naciones que en el pasado apoyaban los derechos humanos a nivel internacional están ahora ocupadas en hacer que esos derechos humanos retrocedan en casa», lamentó Shetty.

La organización documentó en su informe de más de 400 páginas crímenes de guerra en al menos 23 países en 2016. Entre las crisis más graves destacó los conflictos de Siria, Yemen, Libia, Afganistán, República Centroafricana, Irak, Sudán y Sudán del Sur.

En el continente americano, además de denunciar problemas crónicos de abusos policiales, AI dio relevancia al caso de Honduras, donde fueron asesinados Berta Cáceres y otros siete activistas medioambientales en conflictos relacionados con la tierra.

El informe 2016/2017, que abarca a 159 países y es considerado por la organización como el análisis más amplio del estado de los derechos humanos en el mundo, fue presentado en simultáneo en varias ciudades del mundo, entre ellas Madrid, Berlín, Río de Janeiro, Ciudad de México y Buenos Aires.

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