POR DPA/ WASHINGTON

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, despidió a la fiscal general interina del país, Sally Yates, horas después de que ésta emitiera un comunicado en el que aseguraba que no defendería la orden ejecutiva sobre inmigración por considerarla ilegal.

Yates «traicionó» al Departamento de Justicia al rechazar hacer cumplir la orden ejecutiva diseñada para proteger a los ciudadanos de Estados Unidos, dijo la Casa Blanca.

Paralelamente, el estado de Washington, anunció una demanda contra el decreto presidencial que prohíbe la entrada de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana y destacados políticos de la oposición demócrata en el Congreso se manifestaron contra la política de Trump frente al edificio de la Corte Suprema.

Tras la destitución, el Gobierno designó como sucesor temporal de Yates a Dana Boente, fiscal del distrito este de Virginia.

Mientras tanto, el fiscal de Washington, Bob Ferguson, afirmó que se ha presentado una demanda ante una Corte federal en Seattle contra el decreto de Trump y, de prosperar, lo dejará sin efecto en todo Estados Unidos.
El viernes pasado, Trump prohibió la entrada a Estados Unidos por 90 días de todos los ciudadanos de Siria, Irán, Irak, Sudán, Somalia, Libia y Yemen y por 120 días de todos los refugiados, los sirios incluso de forma indefinida.

Ayer, Trump designó a Thomas Homan como director en funciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés), según establece un comunicado del Departamento de Seguridad Interior (DHS).

Homan era directivo del ICE desde 2013 y en su puesto era el responsable de «identificar, arrestar y expulsar a inmigrantes ilegales, incluyendo a aquellos que representan un peligro para la seguridad nacional o son un riesgo para la seguridad pública», indicó el comunicado del nombramiento.

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