POR AP/ BERLIN
Las líderes de Gran Bretaña y Alemania se alinearon ayer con aliados estadounidenses para criticar la orden ejecutiva de Donald Trump de prohibir el ingreso de refugiados y de inmigrantes de países de mayoría musulmana a Estados Unidos, aun cuando políticos de extrema derecha en el continente celebraron el plan del gobierno estadounidense.
La primera ministra británica Theresa May «no está de acuerdo» con la orden de Trump y confrontará al gobierno estadounidense si la medida tiene efectos adversos hacia los británicos, dijo un portavoz.
La canciller alemana Angela Merkel también lamentó la orden. «Ella está convencida de que incluso la necesaria, determinada lucha contra el terrorismo no justifica poner a gente de origen específico o fe en particular bajo sospecha general», dijo el portavoz de Merkel, Steffen Seibert.
Uno de los primeros líderes en levantar su voz de protesta fue el presidente francés Francois Hollande, quien dijo el sábado que «cuando (Trump) rechaza la llegada de refugiados, mientras Europa ha cumplido con su deber, debemos de responderle».