Sevilla, España
DPA

La carrera del partido socialista español (PSOE) por reorganizarse tras la peor crisis de su historia despejó hoy una de sus grandes incógnitas: el ex secretario general Pedro Sánchez confirmó que se presentará como candidato para recuperar el cargo del que fue aparatosamente apartado en octubre.

El primer gran acto de Sánchez en casi cuatro meses cumplió así las expectativas y convirtió al político de 44 años en el segundo socialista que oficializa su candidatura a dirigir el principal partido de la oposición, después de que lo hiciera ya el líder vasco Patxi López y a la espera de que lo confirme la andaluza Susana Díaz.

«No soy el mismo de hace tres años. Tengo más experiencia y más ganas», aseguró Sánchez, secretario general del partido desde 2014 hasta su salida en octubre, durante un mitin en la localidad andaluza de Dos Hermanas, sur de España.

«Será un honor liderar vuestro proyecto colectivo», añadió. «Quiero anunciaros que seré vuestro candidato a la secretaría general del Partido Socialista Español». El anuncio, que muchos analistas daban por hecho, fue recibido por el millar de asistentes al acto con una ovación y gritos de «¡presidente! ¡presidente!».

La atención se desplazó de inmediato 125 kilómetros al sur, donde Díaz participaba en otro acto del partido. Pero la presidenta del Gobierno regional de Andalucía y de la poderosa federación andaluza del PSOE evitó confirmar su candidatura para competir con las de Sánchez y López en las primarias de mayo.

«Ahora no toca hablar de liderazgos», comentó. «Este año no va a haber elecciones. Va a haber congresos del todo el mundo, y el que lo haga bien ganará, y quien lo haga mal perderá».

Por su parte, Patxi López, ex jefe de Gobierno en País Vasco y antiguo aliado de Sánchez, se limitó a acusar recibo de la candidatura del ex secretario general: «Bienvenido al debate de propuestas socialistas, Pedro Sánchez. Ahora toca confrontar proyectos y dejar que los militantes decidan», escribió en su cuenta de Twitter.

La candidatura de Sánchez suma un nuevo capítulo a una historia que comenzó en julio de 2014, cuando se convirtió en el primer secretario general del PSOE elegido de forma directa por la militancia. Durante su mandato sufrió una doble derrota ante el conservador Mariano Rajoy (PP) en las elecciones de diciembre de 2015 y junio de 2016.

Su gestión acabó abruptamente el 1 de octubre, cuando una rebelión dentro del propio PSOE forzó su destitución debido a su negativa a posibilitar la investidura de Rajoy y provocar así una larga parálisis política en España. El golpe de mano dejó al partido dividido, hundido en los sondeos y al mando de una gestora.

Sánchez, entre tanto, dejó a fines de octubre su acta de diputado por su «profundo desacuerdo» con la abstención socialista que había combatido y que permitió a Rajoy formar Gobierno. Prometió entonces recorrer «todos los rincones del país» para iniciar la «reconstrucción» del partido.

En su primer gran acto desde entonces, celebrado en el feudo de su rival Díaz, Sánchez contrapuso hoy su visión de «un partido autónomo y de izquierda donde la militancia decide» frente a la que «se abstuvo ante Rajoy y dejó al PSOE en tierra de nadie».

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