BEIJING
AP
Los chinos en todo el mundo encendieron varitas de incienso, oraron en templos y visitaron ferias hoy para pedir un inicio favorable del Año Nuevo Lunar.
Miles de personas se congregaron en los principales templos de Beijing en el primer día del Año del Gallo. Vestidos con abrigos gruesos de invierno, los fieles pidieron buena suerte y salud. Se esperaban 80 mil personas en el Templo de Lama, en el centro de Beijing, informó la televisión estatal.
Una feria grande se abrió en el parque Ditan de Beijing, donde se vendían comida y objetos tradicionales bajo las ramas desnudas de los árboles, decoradas con faroles rojos.
Otras tradiciones de Año Nuevo son comer empanadillas en el norte de China y encender fuegos artificiales. Los niveles de contaminación se dispararon anoche y hoy por la mañana en Beijing y otras ciudades, según medios locales, a pesar de que el gobierno de Beijing pidió a los miembros del Partido Comunista y al personal del gobierno que no encendieran petardos.
La población de ascendencia china y otras comunidades del mundo celebraron el feriado con festejos y visitas a templos.
El inicio de las celebraciones de anoche, reunió multitudes en Hong Kong y Malasia. En Río de Janeiro, la gente vio espectáculos de danza y tai chi ante una imagen de la famosa escultura de Cristo el Redentor.
En Nueva York, las celebraciones incluyeron fuegos artificiales sobre el río Hudson. En Pyongyang, Corea del Norte, una gran multitud puso flores delante de estatuas de bronce del líder fundador Kim Il Sung y su hijo, Kim Jong Il.
FUEGOS ARTIFICIALES DISPARAN LA CONTAMINACIÓN EN PEKÍN
Los habitantes de Pekín celebraron hoy el Año Nuevo chino con un estallido de fuegos artificiales que llenaron la atmósfera con humo tóxico.
Tradicionalmente, el Año Nuevo se festeja en China con un gran despliegue de pirotecnia. Esta vez, sin embargo, Pekín ha limitado el lanzamiento de fuegos artificiales dentro del perímetro municipal a algunos días y algunas horas y ha prometido aplicar severos castigos a los infractores.
Pese a las medidas restrictivas, el índice de contaminación del aire (AQI) se disparó el primer día del Año del Gallo.
Según mediciones efectuadas por la embajada de Estados Unidos, el AQI subió de 30 microgramos en la tarde de ayer a un peligroso nivel de 724 microgramos a las 02:00 horas de hoy (18:00 GMT de ayer).
Hacia el mediodía de hoy, el índice AQI de la embajada de Estados Unidos había bajado a 317, un nivel que todavía puede causar graves daños en la salud, por lo que se recomienda a los habitantes permanecer en casa.
El índice AQI mide los niveles de partículas en suspensión. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que el nivel máximo aceptable es de 25 microgramos, que el Gobierno chino ubica en 35 microgramos.
La venta de petardos y fuegos artificiales en Pekín fue este año un 4,9 por ciento inferior a la del año pasado. Según la agencia estatal de noticias Xinhuia, se trata del sexto descenso anual consecutivo. La capital china reportó ayer 25 incendios, uno menos que en 2016.
Según una encuesta realizada entre mil habitantes de Pekín, el 83 por ciento dijo que este año no lanzaría al aire fuegos artificiales, lo que supone un 6,4 por ciento más que el año pasado.
Unas 444 ciudades chinas han prohibido los fuegos artificiales este año y en otras 764 urbes se aplicaron restricciones, según Xinhua.
