POR DPA/ LISBOA

Los países del sur de la Unión Europea (UE) continuarán mañana en Lisboa su búsqueda de nuevas propuestas para un futuro mejor para Europa, cuatro meses y medio después de su primera cumbre.

En el centro de la agenda de la cumbre de Lisboa volverán a estar los refugiados, la seguridad, la economía y el crecimiento.

El objetivo no es crear «un club propio», sino contribuir a alcanzar una Europa «con más fortalezas y más unida», dijo un portavoz del primer ministro portugués, António Costa, a la agencia de noticias Lusa. Se trata de crear «nuevas iniciativas» y una «nueva visión» para el continente, añadió.

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, realizó comentarios similares después del primer encuentro, que tuvo lugar el 9 de septiembre en Atenas: «No somos ni queremos ser un grupo o una iniciativa que rompa o siembre la discordia en Europa».

Para contener la crisis de los refugiados se debe luchar de forma más intensa contra los problemas de los migrantes en sus países de origen y, por ejemplo, proporcionar más apoyo financiero a África, apuntó el portavoz. Además, se debe reforzar la solidaridad con los países del bloque más afectados, como Italia y Grecia, añadió.

Los países del sur de la UE quieren presentar en conjunto sus propuestas a Bruselas, también en el tema seguridad. Uno de los puntos a tratar en Lisboa será el refuerzo de las fronteras exteriores de la UE sin poner en peligro la libre circulación de personas garantizada por el Acuerdo de Schengen.

El presidente del Gobierno de España, el conservador Mariano Rajoy, participará por primera vez en la cumbre, después de su ausencia en la de Atenas debido a las complicaciones que se presentaron a la hora de formar un Ejecutivo en su país. A su vez, el italiano Matteo Renzi, que dimitió tras su fracaso en el referéndum por la reforma constitucional, fue sustituido por Paolo Gentiloni.

Además de Costa y Tsipras, estarán en la cumbre el francés François Hollande, Nikos Anastasiades (Chipre) y Joseph Muscat (Malta). Casi todos ellos se enfrentan a grandes problemas en sus países, entre ellos, los populismos, el déficit presupuestario, una elevada tasa de desempleo y la emigración de cientos de miles de ciudadanos a pesar de la ligera recuperación económica.

Artículo anteriorEspaña pide diálogo entre EE. UU. y México; descarta tomar medidas
Artículo siguienteDocenas de muertos en un ataque a base militar en Somalia