POR DPA/ PEKÍN

El esmog está dejando sin aliento a los ciudadanos chinos justo antes de que celebren el comienzo del año nuevo, pues la concentración de la contaminación atmosférica en algunas ciudades está alcanzando niveles altamente perjudiciales.

En Xining, la capital de la provincia Qinghai, el índice de las peligrosas partículas en suspensión (las denominadadas PM2,5) alcanzó los 999 puntos, lo que supone un nivel 40 veces superior al recomendado por la Organización Mundial de Salud (OMS). En otras ciudades chinas se registraron valores de 500 puntos.

Sin embargo, los 21 millones de pequineses tuvieron suerte hoy, pues un frente frío arrastró el esmog fuera de la ciudad por la tarde. Por la mañana aún una capa grisácea oscurecía la ciudad, mientras que el índice de partículas en suspensión alcanzó «peligrosos» valores por encima de los 400 puntos. No obstante, el cese de la alarma no durará mucho, ya que para el sábado se predijo de nuevo esmog.

Los chinos darán la bienvenida al año nuevo, el del gallo, la noche del viernes al sábado, es decir el día 28, según el calendario lunar tradicional. Pero las autoridades restringieron el uso de fuegos artificiales autorizando menos puestos de venta de estos productos debido a la contaminación y por motivos de seguridad.

Seis personas perdieron la vida el martes en Yuenyang, en la provincia de Hunan, cuando un cliente encendió un cohete delante del puesto causando una explosión, según informaron los medios estatales.

Se espera que en Pekín se venda entre un 20 y un 30 por ciento menos de petardos, ya que los niveles de partículas contaminantes en el aire aumentó en Pekín de más de 100 puntos a 700 en la noche de Año Nuevo del año pasado, indicó el Ministerio de Medio Ambiente. En Shanghái solo se autorizaron siete puntos de venta, la mayoría de ellos en las afueras, mientras que el año anterior eran 77, según el periódico «China Daily».

Muchos chinos tratan de protegerse con mascarillas y la demanda de dispositivos de filtración del aire para casas es tan alta desde hace semanas que muchos productos están agotados. Los ciudadanos temen, sobre todo, las partículas en suspensión con un tamaño menor a 2,5 micrómetros (PM2,5), pues pueden entrar directamente en el sistema circulatorio a través de los pulmones. Estas partículas pueden causar cáncer, infecciones en el sistema respiratorio y enfermedades cardiovasculares.

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