Estambul
DPA
Turquía arrestó a 43 mil personas en los últimos seis meses por sospechas de estar vinculadas con el clérigo Fethullah Gülen, exiliado en Estados Unidos, a quien acusa de orquestar el intento de golpe de Estado en el país el 15 de julio, informó hoy el presidente Recep Tayyip Erdogan.
Gülen, un antiguo aliado de Erdogan convertido en oponente, niega las acusaciones.
Sin embargo, los críticos aseguran que las autoridades turcas han actuado no sólo contra los seguidores de Gülen, sino también contra la oposición y los medios de comunicación. Según la Federación Europea de Periodistas, 124 reporteros y otros trabajadores de los medios están encarcelados en Turquía en estos momentos.
Erdogan anunció nuevas medidas contra los «microbios, virus y traidores»: «Esta limpieza no ha terminado», señaló. «Nos queda mucho por hacer, no hemos terminado».
Tras el golpe, Erdogan decretó el estado de emergencia que entretanto ha sido prolongado de momento hasta el 19 de abril.
Además de la lucha contra el Movimiento Gülen, Erdogan también ha endurecido el enfrentamiento con los kurdos. En los últimos 18 meses 871 miembros de las fuerzas de seguridad han muerto en el marco del conflicto con el proscrito Partido de los Trabajadores del Kurditán (PKK), en el que han perdido la vida 337 civiles.
En las filas kurdas, unos 10.000 «terroristas» han sido neutralizados desde 2015, cuando se rompió la tregua vigente, y unos 12.000 miembros del PKK y sus aliados han sido arrestados.
El Ejército turco actúa contra los kurdos en el sureste del país desde la ruptura de las negociaciones en el verano (boreal) de 2015. El PKK, por su parte, perpetra cada vez más atentados contra las fuerzas de seguridad.
El PKK ha dado datos de bajas muchos menores. El Grupo Internacional de Crisis confirmó al menos 2.495 muertos incluyendo 1.021 miembros del PKK.