Estrasburgo
DPA

La marcha del alemán Martin Schulz está desencadenando un pequeño terremoto en las instituciones europeas. Desde que el presidente del Parlamento europeo decidiese pasarse a la política nacional, en Bruselas se vive un nuevo reparto de poder.

El martes el Parlamento en Estrasburgo elegirá al sucesor del político socialdemócrata y siete candidatos se presentan para presidir una cámara con 751 diputados. El panorama no está claro y la mayoría de ellos no cuentan realmente con posibilidades de salir elegidos, pero precisamente los grupos parlamentarios pequeños están eufóricos, ya que es la primera vez que existe una elección realmente democrática, sin que antes se apalabre el resultado.

No obstante, hay que precisar que los grandes partidos de centro (los conservadores y los socialdemócratas) se suelen asegurar mutuamente las mayorías. Los acuerdos en los nombramientos se realizan para proporcionar algo de estabilidad en el fino entramado de numerosos grupos parlamentarios y agrupaciones de los 28 países miembros de la Unión Europea.

De ahí surge un complejo sistema de adjudicaciones, en el que, según una puntuación, se concede el puesto de presidente, vicepresidente, líder de grupo parlamentario y presidente de una comisión en un organigrama de contrapesos.

En 2014, Schulz llegó al cargo junto al líder del grupo parlamentario de los conservadores europeos, el también alemán Manfred Weber. El acuerdo era que el Partido Popular europeo apoyase a Schulz de nuevo como presidente a cambio de tener ese cargo a partir de comienzos de 2017, es decir ahora, ya que los conservadores constituyen el mayor grupo parlamentario.

Pero con la marcha de Schulz, los socialdemócratas no se sienten ligados al acuerdo. Argumentan que las tres instituciones de la Unión Europea, el Consejo, la Comisión y el Parlamento, estarían liderados por un conservador.

El candidato de los socialdemócratas, el italiano Gianni Pittella, anunció la ruptura de la gran coalición informal que desde 2014 ha venido proporcionando mayorías al presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker. Por lo que el resultado de la elección del presidente del Parlamento Europeo está más abierto que nunca.

Sobre el papel, parece que tiene más posibilidades de conseguir el puesto su compatriota y candidato de los conservadores europeos, Antonio Tajani. Su grupo parlamentario, con 217 escaños, es el más numeroso de la cámara y Tajani aporta su experiencia como comisario y que actualmente se desempeña como vicepresidente del Parlamento Europeo.

No obstante, está cuestionado por tratarse de un fiel seguidor del ex presidente del Gobierno italiano Silvio Berlusconi. Aun cuando todos los eurodiputados conservadores le apoyaran en bloque, sigue lejos de obtener la mayoría.

Y eso también sirve para Pittella, que acude a la carrera con 189 votos de los socialdemócratas, así como para el resto de candidatos, que apenas cuentan con unas decenas de respaldos. Todo se decidirá tras las primeras rondas de votación.

La cuestión será qué apoyos pueden conseguir los dos favoritos. En la cuarta ronda de votación, en la que ya sólo concurren los dos más votados, se impondrá el que consiga una mayoría simple. Algunos especulan con las posibilidades de un tercer candidato como el liberal Guy Verhofstadt acabe imponiéndose o algún candidato sorpresa.

De momento las pequeñas formaciones en la Eurocámara no han querido mostrar sus cartas.

Artículo anteriorFrialdad en Moscú a propuesta de reducción nuclear de Trump
Artículo siguienteEjército iraquí avanza en Mosul entre intensos combates