WASHINGTON
AP

Barack Obama ofrecerá hoy su discurso de despedida como presidente de Estados Unidos al regresar a Chicago, donde le recordará a los estadounidenses que no deben perder la fe en el futuro de su país a pesar de la inquietud generalizada en torno al próximo presidente.

Ante miles de personas en la plaza McCormick Place, Obama tendrá su última oportunidad de definir el significado de su presidencia. Es una conclusión apta una lucha política que comenzó ocho años atrás. Fue allí, en Chicago, en el 2008, cuando Obama dio su discurso triunfal al ser elegido como la primera persona de raza negra en ocupar el máximo cargo del país.

«Estaré pensando en mis días de joven, cuando era un activista comunitario, recién graduado de la universidad, y me siento como que mi fe en la capacidad de Estados Unidos de evolucionar en nuestra democracia ha sido justificada», indicó el presidente en un video que preparó como prólogo a su discurso.

Obama dijo que tras ocho años como presidente ha aprendido dos lecciones fundamentales: que los estadounidenses son en el fondo buenas personas, y que el cambio es posible. «El sistema responderá cuando gente común se una y trate de impulsar al país por un mejor sendero», manifestó.

Pero en cierta manera el sistema respondió en noviembre cuando los estadounidenses rechazaron las políticas de Obama y eligieron al republicano Donald Trump.

Tanto Obama como sus correligionarios demócratas han hablado de la futura presidencia de Trump en tonos sombríos. Es por eso que la tarea del presidente, en el ocaso de su carrera política, es explicar cómo su visión del país puede seguir siendo relevante en una época en que Trump es la principal fuerza política del país.

El mandatario saliente no es novato en el campo de los discursos importantes. Se hizo célebre precisamente por su gran talento oratorio. Pero este discurso será distinto, dicen allegados del presidente.

Obama no quería simplemente dar una lista de los logros alcanzados en los últimos ocho años, y giró instrucciones a sus ayudantes a que escriban un discurso «que vaya por encima de la política» y que le hable a todos los ciudadanos del país, incluso los que votaron por Trump.

Obama no será el primer presidente estadounidense que haga un discurso de despedida al abandonar el puesto. El primero en hacerlo fue George Washington en 1796 antes de transferir el poder a su sucesor, John Adams, y el último George W. Bush, quien en 2009 dijo adiós con un discurso en la Casa Blanca antes de dar el relevo a Obama.

El presidente demócrata, sin embargo, será el primero en volver a su ciudad de adopción para pronunciar este tipo de discurso. Con ello, Obama, que nació en Hawai, cierra un círculo, ya que vuelve a la ciudad donde inició su carrera política y donde estará su Biblioteca Presidencial.

«Elegí Chicago no sólo porque es mi ciudad- donde conocí a mi esposa y empezamos una familia- sino también porque realmente es donde comenzó mi carrera en el servicio público», explicó este fin de semana Obama en su mensaje semanal a los estadounidenses.

Obama, con un índice de aprobación de su trabajo del 56 por ciento, abandonará la Casa Blanca el próximo 20 de enero, fecha en la que Trump asumirá la presidencia.

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