Por MARÍA VERZA,
CIUDAD DE MÉXICO
Agencia AP
Saqueos y actos vandálicos desatados por el alza de los precios de la gasolina en México causaron cuatro muertos, alrededor de 300 negocios asaltados por turbas y más de 700 detenidos en tres estados, informaron las autoridades. El presidente Enrique Peña Nieto defendió la decisión de elevar el combustible.
Las protestas del jueves, por el aumento de hasta un 20% en las gasolinas, se convocaron por quinto día consecutivo. Hubo cortes en al menos 25 carreteras —según datos de la Comisión Nacional de Seguridad — pese a que las autoridades llamaron a la calma y que el gobierno federal anunció sanciones para los transportistas que apoyaran los bloqueos.
Asimismo, hubo un despliegue de numerosos efectivos de seguridad, que en lugares como el estado de Veracruz estuvieron apoyados por el ejército y la marina.
Las organizaciones empresariales advirtieron que los cortes en carreteras y puertos y el vandalismo ponían en peligro la distribución de bienes. Por su parte, la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) indicó que podría haber problemas en el suministro de combustible en algunas zonas.
En un mensaje a la nación el jueves por la noche, Peña Nieto defendió la decisión afirmando que «mantener precios artificiales de la gasolina significaría quitarles recursos a los mexicanos más pobres para dárselos a los que más tienen», además de que habría puesto en riesgo la estabilidad de la economía.
Asimismo, criticó que en gobierno pasados se «quemaran» miles de millones de pesos en «regalar gasolina» subvencionada.
«Sé que el hecho de que las gasolinas se ajusten a su precio internacional es un cambio difícil, pero como presidente mi responsabilidad es justamente tomar decisiones difíciles en el presente, para evitar afectaciones mayores en el futuro», agregó.
Dijo que se reducirá en un 10% el sueldo de los altos mandos federales.
Durante todo el jueves, una de las regiones más complicadas fue el puerto de Veracruz, donde incluso hubo disparos para disuadir a los saqueadores. La ciudad amaneció el jueves con casi todos sus comercios cerrados después de una noche de vandalismo. La situación continuó durante el día y conllevó la detención de 155 personas según el gobernador, Miguel Ángel Yunes.
Un joven murió en el sur del estado, en el municipio de Agua Dulce, al ser atropellado por un vehículo que trataba de huir de la policía tras saquear un establecimiento, informó la Cruz Roja.
Además, periodistas de The Associated Press constataron la existencia de otros dos cadáveres en una zona cercana a varios establecimientos que fueron saqueados en el puerto de Veracruz. Un funcionario de este estado —que pidió el anonimato por no estar autorizado a hacer declaraciones— confirmó los fallecimientos pero dijo que la fiscalía investigaba las circunstancias de su muerte.
En uno de los saqueos más multitudinarios que pudieron constatar periodistas de AP al norte del puerto el jueves por la tarde, más de 1.000 personas, algunos con la cara tapada pero la gran mayoría familias completas, entraron a un supermercado para llevarse cualquier cosa que encontraban a su paso, desde comida hasta útiles escolares, juguetes o bebidas alcohólicas sin que las fuerzas de seguridad hicieran acto de presencia.
Yunes, intentando calmar los ánimos en otro momento, ofreció dinero a un grupo de manifestantes para disuadirles de saquear un autoservicio. «Yo de mi dinero, no del dinero de gobierno porque no hay, les voy a dar un vale de 500 pesos (23.25 dólares) a cada uno para que puedan venir a comprar cosas», dijo en una improvisada reunión en el estacionamiento del centro comercial.
Horas después, en su cuenta de Twitter matizó que ofreció apoyo «a madres de familia que no habían podido comprar alimentos, no a los vándalos». Agregó: «los saqueadores irán a la cárcel».
En el Estado de México, que rodea la capital, fueron detenidas 529 personas, informó el gobernador Eruviel Ávila. Su gobierno despidió a cuatro policías que aparecieron en un video llevándose mercancías de un comercio atacado.
En la capital mexicana hubo 76 detenciones por actos vandálicos y las autoridades desplegaron 9.000 policías adicionales. Además, un agente murió tras ser atropellado cuando intentaba impedir un robo en una gasolinera, informó la Secretaría de Seguridad Pública, y otro agente resultó herido y se encuentra en estado crítico.
La Iglesia Católica exhortó el jueves a las autoridades a «reconsiderar seriamente» la medida del aumento del precio de la gasolina y ser sensibles a las necesidades de la gente. «No es correcto imponer leyes sin tomar en cuenta la realidad», indicó la Conferencia Episcopal Mexicana en un comunicado.
Asimismo, la patronal pidió al gobierno proponer acciones concretas para atender el descontento social y lanzar acciones que fortalezcan la economía familiar.
La decisión, que muchos temen puede conllevar un aumento generalizado de los precios, sigue siendo criticada por amplios sectores. Varias organizaciones civiles y partidos de oposición que habían alentado las manifestaciones se desvincularon de los actos violentos y los saqueos.
La Secretaría de Gobernación garantizó el apoyo federal a las fuerzas de seguridad locales y estatales y llamó a la prudencia ante la proliferación de rumores de toques de queda y ataques que generaron alarma.