Miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas votan en las oficinas generales del organismo en Nueva York, el sábado 31 de diciembre de 2016, para aprobar una resolución en apoyo a los esfuerzos de Rusia y Turquía para poner fin a la violencia en Siria y promover las negociaciones de paz. (AP Foto/Craig Ruttle)

Damasco/Nueva York,
Agencia dpa

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó hoy una resolución en apoyo al alto el fuego que ya está en vigor en Siria, en medio de algunas violaciones al mismo y de amenazas de varios grupos rebeldes de retomar la violencia.

«La continua intrusión del régimen sirio en zonas controladas por facciones revolucionarias llevará al fin del acuerdo», advirtieron varios grupos rebeldes en un comunicado, en el que acusaron al régimen sirio de violar la tregua.

La agencia oficial de noticias, SANA, informó por su parte de varias violaciones del alto el fuego por parte de los rebeldes.

En tanto, en Nueva York, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó por unanimidad la resolución presentada por Rusia, que también da apoyo a negociaciones de paz y propone la creación de un gobierno de transición para poner fin a la guerra civil que lleva ya casi seis años.

La resolución prevé que los trabajadores humanitarios tendrán acceso rápido y seguro a la población civil urgentemente necesitada de ayuda.

Rusia y Turquía fueron los mediadores para que se alcanzara esta tregua que comenzó en la noche del jueves. En el acuerdo quedaron excluidos grupos terroristas como la milicia Estado Islámico (EI) y el Frente Fatah Al Sham (anterior Frente Al Nusra).

Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, la tregua se mantuvo por segundo día en la mayor parte del país. Aun así, hubo de nuevo fuertes combates y ataques aéreos al noroeste de la capital, Damasco.

Allí, rebeldes y tropas gubernamentales se enfrentaron en el valle Wadi Barada. Se trata de una zona con muchas fuentes de abastecimiento de agua para la capital. Según la ONU, en Damasco y sus inmediaciones hay unos cuatro millones de personas privadas de suministro de agua.

Varias organizaciones de ayuda cercanas a los opositores pidieron el fin de los combates en Wadi Barada, alegando que la población civil está sufriendo escasez de bienes de primera necesidad.

Dichas organizaciones aseguran que los rebeldes de la zona no colaboran con los islamistas de Fatah Al Sham y que no hay combatientes de ese grupo en el valle. El papel del antiguo Frente al Nusra llevó en el pasado al fracaso de varias treguas en el país, ya que algunos grupos rebeldes lucharon junto a los islamistas.

En tanto, la fuerza aérea turca prosiguió con sus ataques a posiciones del EI en el norte de Siria. Según la agencia estatal de noticias Anadolu, el Ejército turco indicó que fueron destruidos objetivos en la ciudad de Al Bab.

Los ataques aéreos «neutralizaron» a 23 terroristas de EI. Con ese término las autoridades turcas quieren decir que han matado, herido o detenido a los milicianos y por lo tanto no pueden combatir.

La ofensiva de Turquía para conquistar Al Bab dura ya varios días y desde el miércoles murieron 17 soldados turcos. Turquía inició en agosto una ofensiva por tierra en Siria con la que apoya a los insurgentes. En el marco de la operación «Escudo del Éufrates», ha conseguido junto a los aliados echar al EI de la frontera turcosiria. Turquía combate además en el norte de Siria a la milicia kurda YPG, que está estrechamente relacionada con el prohibido Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

Al menos 49.742 personas murieron en la guerra civil siria en los últimos 12 meses, informó hoy el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. Entre los fallecidos hay 13.617 civiles, de ellos 2.885 niños, informó la organización.

Turquía y Rusia tienen previsto mediar a comienzos de enero en la capital kazaja, Astaná, entre representantes de la oposición siria y del Gobierno de Bashar Al Assad. Por su parte, la Unión Europea anunció para mediados de enero conversaciones bilaterales, pero sin concretar detalles.

Como ambas citas son consideradas un preparativo para las nuevas conversaciones, que están previstas en Ginebra a partir del 8 de febrero bajo mediación del enviado especial de la ONU, Staffan de Mistura, se perfila un disputa por el liderazgo.

Tampoco ayudaría demasiado que la postura de Estados Unidos con repecto a Siria podría cambiar con el nuevo Gobierno en Washington que asumirá el 20 de enero. El actual presidente estadounidense, Barack Obama, se ha centrado en la lucha contra la milicia terrorista EI y culpa a Al Assad de matar a sus propios conciudadanos, pero su sucesor Donald Trump parece aproximarse a Rusia, el principal apoyo de Al Assad.

El calendario podría llevar a que la reunión sobre Siria convocada por la Unión Europea a mediados de enero tenga lugar con los todavía representantes del Gobierno de Obama, pero la convocada por Rusia a fines del mismo mes se realizaría ya con el Gobierno de Trump.

«De Mistura tenía problemas para conseguir que se reanudaran las conversaciones. Así que Rusia y Turquía han decidido ayudar a Naciones Unidas a hacer avanzar las cosas», dijo el embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin.

El diplomático ruso invitó a Egipto, Arabia Saudí, Kuwait y Qatar a participar en el encuentro. «Todos son bienvenidos», dijo Churkin, quien agregó que Irán es también un importante socio en la solución del conflicto.

El presidente de Irán, Hassan Ruhani, dijo que los logros militares de las tropas del gobierno sirio han allanado el camino para las conversaciones de paz. El mandatario se mostró convencido de que etas negociaciones traerán seguridad y estabilidad a Siria.

Que el encuentro se lleve finalmente a cabo depende ahora de que se mantega el alto el fuego en todo el país.

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