BAGDAD
AP
Milicianos del grupo extremista Estado Islámico, en Mosul, están atacando de forma deliberada a los civiles que se niegan a unirse a ellos en su retirada ante la ofensiva de las tropas iraquíes, dentro de una gran operación del gobierno para recuperar la ciudad de manos de los milicianos, indicó hoy una organización humanitaria internacional.
Human Rights Watch afirmó, además, que los civiles de Mosul se ven cada vez más atrapados en el fuego cruzado, con al menos 19 muertos y docenas de heridos en el periodo entre la tercera semana de noviembre y la primera de diciembre.
Las víctimas se vieron alcanzadas por fuego de mortero o francotiradores, autos bomba, bombas camineras y ataques directo de la milicia radical, así como por ataques aéreos de las fuerzas iraquíes y la coalición que lidera Estados Unidos, indicó el grupo, con sede en Nueva York. Los hallazgos se basaron en entrevistas con más de 50 residentes que habían huido del este de Mosul, dijo HRW.
De ellos, 31 informaron de ataques arbitrios y directos del EI. Además, cinco de los entrevistados reportaron ataques aéreos contra los extremistas que también mataron a civiles. Los bombardeos en Mosul los llevan a cabo las fuerzas de seguridad iraquíes o una coalición internacional contra el EI, liderada por Estados Unidos.
La organización citó casos en los que los combatientes extremistas habían dicho a los vecinos que los que se queden atrás son «no creyentes» y por tanto objetivos válidos al igual que las tropas iraquíes y de la coalición. HRW advirtió de que atacar a los civiles o utilizarlos como escudos humanos es un crimen de guerra, y pidió a ambos bandos que respeten a los civiles.
«Los civiles se ven atacados desde todos lados en Mosul», dijo Lama Fakih, subdirectora de HRW para Oriente Medio, añadiendo que las «atrocidades» del grupo radical «no eximen a las fuerzas iraquíes y a la coalición internacional de hacer todo lo que puedan para proteger a los civiles».
El Ejército iraquí lanzó en octubre una enorme operación para retomar Mosul, la segunda ciudad más grande del país y último gran bastión urbano del grupo extremista en Irak. Los avances de las tropas perdieron velocidad al llegar a zonas con mayor densidad de población.
El Estado Islámico capturó Mosul en verano de 2014 dentro de una ofensiva que dejó casi un tercio de Irak bajo su control. Desde el año pasado, la milicia ha perdido amplias extensiones de territorio en el oeste y norte de Irak.