Brasilia
DPA

El presidente de Brasil, Michel Temer, quiere acelerar la implementación de varias reformas económicas después de que se dieran a conocer acusaciones de corrupción contra él en el marco de la investigación «Lava Jato», según publicaron hoy medios locales.

Temer se reunió anoche con varios de sus principales colaboradores en Brasilia, según imágenes difundidas por el canal Globo News.

Además de discutir estrategias para intentar minimizar los daños a la imagen del Gobierno, el Presidente analizó adelantar un paquete de medidas con las que quiere reactivar la economía, según el portal «O Globo».

Las medidas podían ser anunciadas en el transcurso de esta semana, aseguró el medio. En la reunión participaron entre otros el jefe de Gabinete de Temer, Eliseu Padilha, y varios líderes parlamentarios.

Un exdirectivo de la constructora Odebrecht mencionó a Temer, además de a varios otros líderes políticos, en relación con un pago de sobornos en un testimonio divulgado el fin de semana.

La denuncia del exejecutivo Cláudio Melo Filho amenaza con generar otro escándalo para una clase política sumida desde hace meses en el descrédito por las acusaciones de una corrupción generalizada.

Melo Filho declaró que él mismo entregó dinero a un abogado cercano a Temer, en un pago pactado con el encarcelado expresidente de la compañía, Marcelo Odebrecht.

La denuncia de Melo Filho, que implica a más de 50 políticos de varios partidos, fue hecha en el marco de un acuerdo de cooperación con la Justicia («delación premiada») por «Lava Jato». La investigación hecha pública hace dos años es considerada como una de las más grandes operaciones anti-corrupción en la historia de Brasil.

Temer, que asumió el poder formalmente en agosto tras la destitución de Dilma Rousseff, ha señalado que la prioridad de su Gobierno es la reactivación económica, para la que ha anunciado un paquete de recortes y privatizaciones. La principal economía de América Latina cerrará 2016 en recesión por segundo año consecutivo.

El mandatario conservador asegura que no quiere presentarse a las elecciones de 2018. Según una encuesta divulgada el domingo, el 51 por ciento de los brasileños desaprueba su gestión.

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