Berlín
DPA

Angela Merkel avanzó hoy una línea dura en su política de refugiados de cara a las elecciones generales que se celebrarán en Alemania en otoño de 2017.

«Una situación como la que vivimos en el verano de 2015 no se puede y no se debe repetir. Ese es mi objetivo político tanto en Alemania como en Europa», aseguró la canciller en el marco del congreso federal de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), que se celebra en Essen, en el oeste del país.

En este sentido, la mandataria defendió el polémico acuerdo migratorio firmado con Turquía que, según dijo, se mantiene como «decisivo» a la hora de garantizar que los refugiados no caigan en manos de los traficantes de personas.

«Este tratado salva vidas cada día», agregó.

En una intervención que duró más de una hora, Merkel se mostró asimismo partidaria de frenar la migración ilegal y de acabar con las causas de la migración para que nadie deba abandonar su país de origen.

«No todos los 890 mil refugiados que llegaron pueden y deben quedarse aquí», señaló la canciller.

Angela Merkel ha endurecido su discurso en relación a la inmigración en un momento en el que un partido populista de derechas y con tintes xenófobos, Alternativa para Alemania (AfD), se sitúa según los sondeos como tercera fuerza política en el país.

Se trata de una formación que ha sabido capitalizar el descontento del votante conservador alemán con sus críticas a la gestión de la crisis migratoria de Merkel y que ha construido un discurso en base al miedo.

En aras de frenar la deriva de votos hacia la formación ultraconservadora AfD, Merkel también se pronunció con inusitada claridad sobre el uso del burka en Alemania y abogó por su prohibición «en todos los lugares que sea legalmente posible».

«El derecho alemán tiene prioridad sobre la sharia. Las leyes deben ser cumplidas por todos, sin excepción. Rigen para todos los alemanes pero también para todos aquellos que ha venido aquí a vivir», recalcó la veterana política ante los aplausos de 1.001 delegados de su partido.

Merkel también indicó que en el país centroeuropeo no debe haber sociedades paralelas.

CALIFICA COMO «VERGÜENZA» SITUACIÓN EN ALEPO

Merkel calificó hoy de «vergüenza» la situación que se vive en Alepo, donde la falta de acuerdo no ha permitido garantizar el suministro de ayuda humanitaria a la población que sufre el conflicto sirio.

«Es una vergüenza que no se haya logrado poner en marcha un corredor humanitario», recalcó la veterana política durante el Congreso de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), que se celebra en la ciudad de Essen, en el oeste del país.

La mandataria apuntó asimismo que cuando una protesta contra un acuerdo de libre comercio logra sumar a más manifestantes que otra que exige un acuerdo para el suministro de víveres en Alepo, «entonces algo no va bien en el ámbito político».

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