BIRÁN, CUBA
DPA

Muchos dicen que en la pobreza rural de su natal Birán fue donde, desde pequeño, se empezó a forjar el espíritu revolucionario en Fidel Castro al ver las condiciones laborales de los inmigrantes antillanos, en especial los haitianos, que cortaban la caña de azúcar.

«Fidel no soportaba las injusticias», dijo a dpa Pedro Pascual Rodríguez, amigo de la infancia del ex presidente cubano en ese poblado, unos 800 kilómetros al sureste de La Habana.

Juntos jugaban al béisbol o practicaban boxeo. La noticia de su muerte el viernes a los 90 años fue para Rodríguez, que tiene 91, «un golpe muy grande». «La naturaleza tenía que haberle dado la virtud de durar un poco más», dice.

Para el director del Complejo Histórico de Birán, Lázaro Castro Aguilera, «Birán marcó la vida de Fidel porque aquí conoció la pobreza».

«No nací político, aunque desde muy niño observé hechos que, grabados en mi mente, me ayudaron a comprender las realidades del mundo», dijo en 2010 el propio Fidel Castro en su autobiografía «Por todos los caminos de la Sierra: la victoria estratégica».

Aunque la zona ya estaba habitada desde finales del siglo XIX, el poblado de Birán comenzó a tener auge a partir de 1915 cuando Ángel Castro, el padre de Fidel, compró la llamada finca de Manacas.

Poco a poco, la finca fue creciendo con la compra de los terrenos colindantes y de las 268 hectáreas iniciales llegaron a superar las 12 mil en la década de 1950.

Ángel Castro había sido soldado del ejército español durante el período colonial y después fue un emigrante gallego en la isla que se convirtió en un próspero terrateniente con explotaciones mineras y ganaderas y campos de caña de azúcar, producto que vendía a empresas estadounidenses como la Miranda Sugar State o la Warner Sugar Corporation.

El poblado llegó a convertirse en una pequeña ciudad donde todas las necesidades estaban cubiertas, desde la panadería hasta la estación de correos y telégrafos, la carnicería, una farmacia o la fábrica de quesos y un recinto para las peleas de gallos.

En la pequeña escuela, construida en 1920, todavía se conserva el pupitre en el que con cuatro años Castro comenzó a ir a clase para aprender a leer y escribir. Hoy se conservan 11 de las 27 construcciones que hubo en un primer momento.

En la noche del 24 de diciembre de 1958, Fidel Castro pasó la Nochebuena con su familia en Birán. Quedaban pocos días para la victoria de los «barbudos» frente al dictador Fulgencio Batista.

«Cuando triunfe la revolución, las primeras tierras que voy a entregar son las tierras de la familia», expresó aquella noche a varios de sus hermanos, según rememora Lázaro Castro.

Birán es la cuna del líder cubano pero también la casa donde nacieron sus seis hermanos Ángela, Ramón, Raúl, Emma Juana y Agustina, fruto del matrimonio de Ángel Castro y su segunda esposa, Lina Ruz.

Su amigo de la infancia destaca de su figura «el valor que tuvo Fidel para frenar el imperialismo».

Actualmente el lugar es considerado como Sitio Histórico y en 2008 fue declarado Monumento Nacional.

«Teníamos planificado venir antes de la muerte, porque es un lugar histórico de este país, pero estar aquí ahora es todavía más histórico», dijo a dpa Santiago Súñer, un turista español que visitaba el complejo.

El sitio recibe a más de 25 mil visitantes al año que quieren conocer las raíces del líder de la Revolución cubana.

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