Turkey Germany

BRUSELAS, Bélgica
AP/DPA

El parlamento de la Unión Europea pidió hoy al bloque que paralice las conversaciones para el ingreso de Turquía por la dura represión del gobierno tras un fallido golpe de Estado en julio.

La cámara comunitaria aprobó, por 479 votos a favor y 37 en contra con 107 abstenciones, una resolución no vinculante que pide a los 28 países miembro que paralicen el proceso hasta que Ankara levante las «desproporcionadas medidas» impuestas con el estado de excepción. Pese a la votación, funcionarios comunitarios dijeron que las infructuosas y largas negociaciones no deberían suspenderse de inmediato.

Algunas naciones de la UE han pedido la suspensión de las conversaciones con Turquía pero el bloque intenta encontrar una posición común que equilibre la necesidad que tiene de que Ankara frene la llegada de centenares de miles de migrantes al continente y sus preocupaciones por los abusos de derechos humanos.

«Al continuar con la ilusión de las negociaciones de adhesión con un régimen cada vez más autoritario, la UE está perdiendo credibilidad, está engañando a nuestros ciudadanos y traicionando a los turcos que miran a Europa como su futuro», señaló Guy Verhofstadt, el líder del grupo liberal ALDE.

Anticipándose al resultado de la votación, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, manifestó en la víspera que «la lucha de este país por su estabilidad y futuro no será interrumpida por (legisladores europeos) levantando y bajando sus manos»,

Aunque el resultado de la votación no tiene consecuencias inmediatas, subraya la creciente incomodidad de Europa con el férreo control que ejerce Erdogan en el país tras el intento de alzamiento.

Decenas de miles de personas, incluyendo maestros, periodistas y legisladores de la oposición, fueron detenidos o despedidos.

GOBIERNO TURCO RESPONDE

El Gobierno turco manifestó duras críticas y también desprecio por la decisión del Parlamento Europeo de pedir a la Comisión que congele las negociaciones de adhesión de Turquía a la Unión Europa (UE).

«Esta decisión no tiene absolutamente ninguna relevancia para nosotros», dijo el primer ministro, Binali Yildirim, en Ankara. «Las relaciones con la Unión Europea no son al fin y al cabo tan estrechas. Es una relación que marcha a duras penas y de mala gana», aseguró.

La decisión del Parlamento no es vinculante para la Comisión, que es quien dirige las negociaciones.

Yildirim exigió a la UE que tome una decisión definitiva sobre el proceso de adhesión. «¿Conformará Europa su visión de futuro en conjunto con o sin Turquía?».

«El hecho de que Europa diga por un lado que Turquía es imprescindible para la seguridad, pero por otro lado tome ese tipo de decisiones alegando motivos traídos por los pelos es una contradicción absoluta», añadió.

Tras la resolución del Parlamento Europeo, el primer ministro turco espera que los Gobiernos de los países miembro «levanten su voz contra esa falta de visión».

Yildirim acusó a la Eurocámara de «doble moral» y dijo que su decisión testifica su pobreza democrática.

El ministro turco para la UE, Ömer Celik, también criticó la decisión y en un discurso ante los diputados señaló, en referencia a la Eurocámara: «Deberían dejarse enseñar por el pueblo turco sobre democracia».

Celik consideró que la resolución no vale nada y remitió a la «crisis de valores sobre el extremismo de derechas, la xenofobia, la islamofobia y el antisemitismo» en que se encuentra inmersa la UE y que Bruselas estaría ahora descargando sobre Turquía.

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