WASHINGTON
AP
El exalcalde neoyorquino Rudy Giuliani ha emergido como el favorito para ser designado secretario de Estado en el gobierno de Donald Trump, dijo un alto funcionario del empresario anoche.
El funcionario le dijo a The Associated Press que no existe una competencia real para ocupar el puesto y que es de Giuliani si él así lo desea. Solicitó el anonimato al no tener autorización para ser citado.
Mientras hablaba en un evento del consejo directivo del Wall Street Journal en Washington, el exalcalde y fiscal federal expresó que no sería secretario de Justicia en el próximo gobierno. Había sido considerado uno de los principales candidatos al cargo incluso antes de que Trump obtuviera el triunfo en las elecciones del martes pasado.
Durante el evento se mencionó el cargo de secretario de Estado, pero Giuliani se mostró modesto sobre sus posibilidades. Dijo que John Bolton, el exembajador ante las Naciones Unidas, sería una muy buena elección. Cuando se le preguntó si habría alguien mejor que Bolton, respondió: «Tal vez yo, no lo sé».
Con su gobierno en gestación, Trump sopesa impulsar nueva diversidad en el Partido Republicano al recomendar que una mujer presida esa fuerza política y que un hombre abiertamente homosexual represente a Estados Unidos ante la ONU.
Ambas propuestas, entre las decenas sopesadas por el equipo de transición de Trump, siguen a la intensa reacción adversa que suscitó la decisión del magnate de nombrar a Steve Bannon, un personaje muy apreciado por el movimiento nacionalista blanco, para que sea su principal estratega y asesor.
«Después de ganar la presidencia pero perder el voto popular, el presidente electo Trump debe buscar la unidad de los estadounidenses, no continuar atizando las llamas de la división y la intolerancia», declaró la líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Describió el nombramiento de Bannon como «una señal alarmante» de que Trump «continúa comprometido con la visión de odio y división que caracterizó a su campaña».
En momentos en que faltan 66 días para que asuma la presidencia, Trump se enfocó en conformar su equipo y hablar con líderes extranjeros. Permanece acuartelado en la Torre Trump de Nueva York.








