San Salvador
DPA

Desde el domingo hasta hoy, todos los días las pandillas han asesinado a un miembro de la policía, en lo que es ya una guerra sin cuartel de la criminalidad armada, según confirmaron hoy autoridades de seguridad e investigaciones de El Salvador.

Cuatro han sido los agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) y un soldado del ejército asesinados por las pandillas o maras, que han arreciado su accionar contra los agentes oficiales. Con el policía asesinado este miércoles, son 40 las bajas que sufre esa institución en lo que va de año.

Analistas locales indican que este «goteo de sangre» es una muestra de una guerra social que cobra cada vez más víctimas, porque también entre las pandillas los muertos en enfrentamientos suman más de 400, según el vicepresidente salvadoreño, Oscar Ortiz, quien afirmó que «la batalla contra la criminalidad no se detendrá».

El policía asesinado ayer fue por asfixia, ya que su cabeza se encontró cubierta por una bolsa de nylon, además de que no presentaba lesiones de bala ni cortopunzantes, aseguraron fiscales. Desconocidos lo habrían secuestrado en el departamento occidental de Santa Ana.

Otro agente fue asesinado hoy en el cantón Agua Escondida, San Juan Opico, La Libertad, de acuerdo a lo que confirmó la Fiscalía General de la República (FGR). Otros dos agentes fueron asesinados el domingo y el lunes, entre ellos un sargento.

Mientras, un soldado del ejército fue otra de las víctimas de la violencia pandilleril. De 21 años, murió decapitado, también luego de haber sido secuestrado cerca de su vivienda en el departamento oriental de San Miguel.

De acuerdo a las estadísticas de la policía, en lo que va de año han sido asesinados 40 agentes del orden. En tanto, el ejército que apoya a la policía en tareas de seguridad pública ha perdido a 19 elementos en 2016. En 2015 fueron asesinados 64 policías y 24 militares.

«No nos vamos a detener», dijo el vicepresidente Ortiz, al indicar que la criminalidad se está combatiendo «con la ley en la mano, pero con la fuerza que se requiere».

El Salvador es uno de los países más peligrosos del mundo, con una tasa de homicidios en 2015 de 104 por cada 100 mil habitantes.

Desde abril pasado el gobierno de Salvador Sánchez Cerén lleva adelante una ofensiva contra la delincuencia que ha logrado reducir en lo que va de año (enero-octubre) los homicidios en 18,4 por ciento y las extorsiones en un 9,1 por ciento en comparación al mismo período el año pasado, de acuerdo con datos oficiales.

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