WASHINGTON
AP

Los republicanos conservaron ehoy su ajustada mayoría en el Senado, un duro golpe para los deócratas en una noche llena de decepciones para su partido.

Los demócratas estaban casi seguros de que recuperarán el control de la cámara alta, pero vieron cómo sus esperanzas se desvanecían mientras senadores republicanos vulnerables eran reelegidos en Missouri, Pennsylvania, North Carolina e incluso Wisconsin, un estado cercano a los demócratas.

La contienda en New Hampshire seguía demasiado ajustada para determinar el ganador en la madrugada del miércoles, pero incluso aunque los demócratas consiguieran ganar en ese estado republicano, no habrá ninguna diferencia.

Los republicanos comenzaron la noche con una mayoría de 54-46 en el Senado y parecían encaminados a terminar con al menos 54 escaños, suponiendo que, como se espera, ganen una votación en diciembre en Louisiana.

El resultado agravó la debacle demócrata, que perdieron la presidencia y podrían verse relegados a la minoría en el capitolio durante los próximos años.

Los republicanos celebraron sus victorias con la vista puesta ya en los comicios de media legislatura en 2018, en los que los demócratas podrán caer aún más porque varios senadores demócratas lucharán por la reelección en estados donde el martes ganaron los republicanos.

El líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, de Kentucky, repetirá en el cargo el año que viene durante la presidencia de Trump, y emitió un comunicado felicitando al ganador de las presidenciales.

«Tras ocho años de Gobierno de Obama, el pueblo estadounidense ha elegido una nueva dirección para nuestra nación… Trump tiene una oportunidad significativa para reunir a nuestro país», dijo McConnell. Es mi esperanza e intención que tengamos éxito trabajando juntos con nuestros colegas rivales para fortalecer nuestra seguridad nacional y económica».

Conforme avanzaba la noche, los demócratas tenían problemas para explicar por qué sus optimistas previsiones de retomar el Senado habían errado tanto. Algunos atribuyeron una participación inesperada de algunos grupos de votantes blancos, o al revuelo por el anuncio del director del FBI, James Comey, de que investigará una nueva remesa de emails relacionados con la demócrata Hillary Clinton.

En Pennsylvania, el senador republicano Pat Toomey ganó por poco su segundo mandato sobre su rival demócrata Katie McGinty. Era una contienda que los demócratas esperaban ganar, y una que muchos republicanos habían dado por perdida.

Esa historia se repitió en Wisconsin, donde el senador Ron Johnson de Wisconsin ganó al exsenador demócrata Russ Feingold en contra incluso de las previsiones del partido republicano.

Los demócratas si arrebataron un escaño en Illinois, donde el republicano Mark Kirk perdió ante Tammy Duckworth, veterana de la guerra en Irak y con dos amputaciones, expulsó a Kirk. Para la madrugada del miércoles, esa era la única plaza que los demócratas habían quitado a sus rivales.

El otro punto positivo para los demócratas fue Nevada, donde Harry Reid, líder de la minoría en la cámara alta, dejaba una vacante al retirarse tras cinco períodos. Reid maniobró para llenar el escaño con la sucesora que eligió Cortez Masto, exsecretaria de Justicia de Nevada que con frecuencia habló de las raíces inmigrantes de su familia en un estado con un amplio electorado latino

Cortez Masto superó al representante republicano Joe Heck, que pasó apuros al compartir la boleta con Donald Trump, a quien primero respaldó y luego le quitó su apoyo, para disgusto de algunos electores republicanos.

Las contiendas por el Senado quedaron en un segundo plano por la divisiva campaña por la Casa Blanca entre Clinton y Trump. Pero al final, Trump no pareció haber sido el lastre que se esperaba para los aspirantes republicanos al Senado. Republicanos como Johnson que lo apoyaron y se apegaron a ese respaldo fueron reelegidos al igual que otros como Toomey, de Pennsylvania, que no apoyó a Trump hasta el último momento. Y también unos pocos como el senador republicano de Arizona John McCain, que retiró su apoyo a Trump después de que se filtrara una grabación en la que el empresario presumía de agarrar a mujeres.

McCain, de 80 años, logró su sexto período en la que podrá ser su última campaña. El candidato republicano a la presidencia de 2008 fue reelegido sin muchas dificultades pese a las primeras predicciones de que la pugna estará más disputada.

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