Múnich
Agencia/dpa

La canciller alemana, Angela Merkel, será la gran ausente el próximo fin de semana en el congreso que celebrará la rama bávara de su Unión Demócrata Cristiana (CDU), con la que está enfrentada desde hace meses por la política de refugiados.

Según trascendió de círculos de la Unión Social Cristiana (CSU), Merkel y el presidente de la CSU, el primer ministro bávaro Horst Seehofer, acordaron en un encuentro en la noche del viernes que Merkel no asistirá a la convención que tendrá lugar en Múnich.

La CSU rompe así con una tradición de décadas según la cual el presidente de cada agrupación asiste al congreso del partido hermano.

Seehofer había dejado en suspenso la decisión de invitar a Merkel a la cita de los socialcristianos. La relación entre ambos mandatarios se deterioró seriamente por la decisión de Merkel de abrir en 2015 las fronteras a casi unos 890.000 refugiados del Cercano Oriente y África.

Seehofer, cuya región es la primera a la que llegaban los migrantes, exige desde el año pasado que se limite el número de solicitantes de asilo.

Pero pese a las críticas y la caída de popularidad que le trajo aparejada su política de brazos abiertos, la canciller se ha negado a fijar un tope, insistiendo en la necesidad de mantener abiertas las fronteras alemanas.

En la memoria colectiva quedará grabado el congreso de la CSU del año pasado, en el que Seehofer fustigó en público la política de Merkel acompañado por ésta en el podio.

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