Nueva York/dpa

El presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, ofreció hoy ante la Asamblea General de la ONU la experiencia de su país para poder mediar en los conflictos que sacuden América Latina.

Sánchez puso como ejemplo la decisiva contribución de la ONU en los Acuerdos de Paz del 16 de enero de 1992 en su país, que dieron lugar al fin de la guerra y el comienzo de la transformación de El Salvador.

«Ofrecemos nuestra experiencia en estas áreas» anunció el presidente durante su intervención en el debate de la 71 Asamblea General de la ONU, poniendo a Colombia también como el último ejemplo de que la ONU puede servir de marco para la solución de estos conflictos.

El mandatario recordó que en enero de 2017 se cumplirá el 25 aniversario del Acuerdo de Paz en El Salvador y se consolidará la Agenda de Nación, una guía basada en el desarrollo sostenible, la paz y democracia.

Sánchez Cerén mostró el decidido compromiso del país con la Agenda Global 2030 y se comprometió a cumplir e impulsar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con miras a transformar el país en un lugar mejor.

En este sentido también destacó que, hace nueve meses, El Salvador fue el primer país del mundo en firmar un acuerdo pionero con la ONU para un plan de desarrollo.

Entre los objetivos de El Salvador a corto plazo, Sánchez destacó la implementación de un Plan Quinquenal para aumentar la productividad, la educación y la seguridad.

«Es necesario el empoderamiento de actores de toda la sociedad salvadoreña, públicos y privados», afirmó, y destacó la necesidad de apoyar a los sectores más vulnerables como los jóvenes, las mujeres y el mundo rural.

«Las metas se alcanzan venciendo los desafíos», señaló el presidente al hilo de los problemas fiscales que acucian al país a corto plazo.

En cuanto a la seguridad dentro del El Salvador, el presidente subrayó la eficacia del plan «Salvador Seguro» cuyos ejes fundamentales son el compromiso con los derechos humanos y la lucha contra la corrupción.

El presidente salvadoreño cifró la reducción de los homicidios en su país en un 50% en estos últimos cinco meses, en relación con los tres primeros meses de 2016.

Sánchez Cerén también denunció los intentos de desestabilizar a gobiernos en la zona, como el de Dilma Roussef en Brasil, y expresó su solidaridad con Nicolás Maduro y el pueblo venezolano.

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