NUEVA YORK
AP

Compró materiales para fabricar bombas en internet y grabó un video de sí mismo provocando una explosión en un jardín. En un diario escrito a mano advirtió que el ruido de las bombas resonaría en las calles y rezó por morir martirizado en lugar de ser capturado, según las autoridades.

El diario de Ahmad Khan Rahami terminaba con un sombrío mensaje, según documentos judiciales:

«Muerte a vuestra opresión».

Documentos judiciales presentados ayer ofrecen una visión estremecedora de las motivaciones que, según las autoridades, llevaron a este ciudadano estadounidense nacido en Afganistán a colocar explosivos en Nueva York y New Jersey el pasado fin de semana. Una de las bombas hirió a 31 personas en Manhattan.

Los estallidos se produjeron dos años después de que el FBI investigara al hombre pero no encontrara nada que lo vinculara con el terrorismo.

Rahami sigue hospitalizado, con heridas de bala por un tiroteo con la policía que llevó a su detención el lunes ante un bar en Linden, New Jersey.

En un primer momento no estaba claro si Rahami tenía un abogado que pueda hacer declaraciones sobre los cargos presentados, que incluyen delitos federales de terrorismo y cargos estatales de intento de asesinato de policías.

Rahami encargó ácido cítrico, rodamientos y detonadores electrónicos en eBay y pidió que se enviaran a su empresa en Perth Amboy, New Jersey, donde trabajó hasta el 12 de septiembre, según los documentos judiciales. La compañía eBay, con sede en San Jose, California, señaló que los productos son legales y fáciles de conseguir, y apuntó que la compañía ha colaborado con las fuerzas de seguridad en la investigación.

Apenas dos días antes de las explosiones del sábado, el celular de un familiar grabó a Rahami quemando material incendiario en un cilindro enterrado en un jardín. El video muestra cómo se prende una mecha, así como un fuerte ruido y llamas «seguidas por humo y risas», añadieron los documentos.

Según los papeles presentados ante la justicia, en su ensangrentado diario —dañado por disparos durante su balacera con la policía— expresaba su furia porque el gobierno estadounidense estuviera masacrando a guerreros sagrados musulmanes y hablaba de sus planes de venganza.

En un fragmento expresó su preocupación por la posibilidad de que lo atraparan antes de cometer un atentado suicida y sobre su deseo de ser un mártir. En otro aludía a «bombas de tubo» y a una «bomba con olla a presión», y declaró: «En las calles planean correr una milla», en una aparente referencia a uno de los lugares atacados, Seaside Park, New Jersey, donde iba a celebrarse una carrera benéfica.

«Los sonidos de las bombas se oirán en las calles», decía el diario.

Las páginas también contenían elogios a Osama bin Laden, Anwar al-Awlaki —el clérigo musulmán nacido en Estados Unidos que murió abatido por un dron en 2011, que inspiró otros actos de violencia con sus sermones, y Nidal Hasan, un ex militar que protagonizó un mortal tiroteo en 2009 en Fort Hood, Texas.

El FBI ha dicho que Rahami no parecía estar en su radar en el momento de las explosiones. Pero lo estuvo en 2014, cuando el FBI abrió una «evaluación» —su forma de investigación menos intrusiva— basada en unos comentarios de su padre tras una disputa doméstica, señaló la oficina en un comunicado.

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