Moscú
DPA
El Ministro de Defensa ruso, el teniente general Igor Konachenkov, negó hoy que aviones rusos o sirios atacasen anoche un convoy de ayuda humanitaria en la provincia de Alepo, en Siria, informan las agencias rusas.
Al menos 20 civiles murieron durante el ataque aéreo.
El ministro aseguró que no hay indicios de que se hubiese atacado por aire el convoy y que los camiones fueron alcanzados por un incendio.
«Hemos estudiado detenidamente el video con las grabaciones de los denominados activistas del lugar y no hemos encontrado señales ni municiones que alcanzaran el convoy», aseguró Konashenkov, que es citado por la agencia estatal de noticias TASS.
«Todo lo que vemos en el video es consecuencia de haber quedado atrapado en fuego», dijo.
Drones rusos acompañaron el convoy hasta su llegada a Alepo. «Hasta ese momento todo el viaje transcurrió normal», subrayó el teniente general. El resto del viaje no fue vigilado con drones.
«Lo que sucedió después al convoy sólo los combatientes lo pueden saber, pues son los que controlan la región», dijo Konashenkov.
El incendio se dio al mismo tiempo que una ofensiva del grupo terrorista Frente Fatah al Sham (antes: Al Nusra). El Ejército sirio, según los militares rusos, atacó a los insurgentes en Alepo.
Por su parte, la agencia estatal de noticias siria Sana dijo que las informaciones que apuntan que un avión sirio atacó el convoy con ayuda humanitaria en Alepo son falsas. «No es verdad», dijo una fuente militar.
En tanto, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) aseguró hoy que en el ataque murieron 20 civiles y un trabajador de la organización humanitaria.
El convoy fue alcanzado cuando las personas «que necesitaban urgentemente esa ayuda», estaban descargando el camión, según el comunicado emitido de forma conjunta por el CICR y la Media Luna Roja.
El ataque de ayer es «un violación abominable» contra el derecho internacional, dijo Peter Maurer, director de CICR.
Naciones Unidas ha suspendido todos los envíos de ayuda a Siria tras el ataque.