Nueva York
AP

La crisis de los refugiados, la migración y Siria serán previsiblemente los temas que dominarán los debates entre los líderes mundiales durante una cumbre especial que se llevará a cabo en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas el lunes 19 de septiembre en Nueva York.

Por primera vez en la historia, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha convocado una cumbre sobre migración y refugiados. Sin embargo, no está claro cuál es el impacto que la cumbre tendrá en la situación de los más de 65 millones de personas que actualmente están desplazadas en el mundo por conflictos, entre ellas 21 millones de refugiados que han huido de sus países.

Durante la cumbre se aprobará una declaración política elaborada tras varios meses de negociaciones. El documento ha sido criticado por ser, según sus detractores, una mera enumeración de las leyes existentes y de los principios que se deben aplicar en la gestión de la migración y la crisis de los refugiados.

En la declaración, no vinculante, los 193 países miembros de la ONU se comprometen a gestionar los flujos de migrantes y refugiados protegiendo los derechos humanos, atacando las causas profundas del problema, poniendo en marcha programas de integración en los países anfitriones y desarrollando principios para el trato de migrantes vulnerables como mujeres y niñas.

La organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch dijo que el documento es «una oportunidad desaprovechada para ampliar el espectro de protección y limita las espectativas de nuevos compromisos concretos».

Por su parte, la organización no gubernamental International Rescue Committee (IRC) consideró que en el texto «faltan compromisos detallados» necesarios para resolver la crisis de los refugiados. «Debemos reconocer que no estamos ante una crisis, sino que nos encontramos en medio de una crisis», dijo a dpa el director de política de IRC, Sanj Srikanthan.

Ban ha tomado nota de las críticas que ha suscitado el texto. «Todos queremos que fuese un documento más fuerte», afirmó. No obstante, aseguró que la declaración encierra la voluntad política para trazar el camino hacia acuerdos globales sobre refugiados y migrantes que deben negociarse y aprobarse en los dos próximos años.
El secretario general de la ONU ha enfatizado la importancia de que se comparta a nivel mundial la responsabilidad respecto a los refugiados, es decir que las personas que han huido de sus países sean distribuidas en todo el mundo.
Sin embargo, algunos países, entre ellos Rusia y China, se oponen a un reparto equitativo de responsabilidades en esta materia e insistieron en que el texto de la declaración política pusiera mayor énfasis en la «cooperación internacional», informó un diplomático de la ONU que participó en las negociaciones.
El documento es un «compromiso que no hace feliz a nadie y con el que nadie está contento», sentenció el diplomático, que pidió el anonimato.
El documento no incluye ninguna promesa específica para reubicar cada año el diez por ciento de la población total de refugiados, unos 1.6 millones de personas, como parte de un mecanismo de reparto de responsabilidades global recomendado por Ban.
La cumbre aspira a incrementar en un 30 por ciento la financiación de pedidos de ayuda humanitaria a nivel mundial, duplicar el número de refugiados que serán reubicados en todo el mundo, aumentar en un millón el número de niños refugiados que van a la escuela y en otro millón el número de refugiados con permisos de trabajo.

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