DARAYA, Siria
AP

Autobuses, ambulancias y camiones se alineaban hoy a la entrada de un suburbio de Damasco que lleva un largo tiempo bajo asedio, para evacuar a rebeldes y civiles cumpliendo con un acuerdo alcanzado entre las fuerzas de oposición sirias y el gobierno.

La rendición del suburbio de Daraya, que se convirtió en un símbolo inicial del alzamiento contra el presidente, Bashar Assad, es un éxito para su gobierno y elimina una persistente amenaza que se mantenía a unas pocas millas de su centro de poder.

Los rebeldes de Daraya aceptaron evacuar en un acuerdo anoche, tras cuatro años de duros bombardeos y un asfixiante asedio que dejó el floreciente suburbio en ruinas. La población ha estado asediada y bloqueada por tropas del gobierno, y sólo se ha permitido una entrega de alimentos de Naciones Unidas durante ese período.

La noticia llegaba mientras el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, llegaba a Ginebra para reunirse con el ministro ruso de Exteriores, Sergey Lavrov. Las conversaciones se centraban en propuestas para compartir información de inteligencia y coordinación militar con Rusia en la lucha contra el grupo Estado Islámico y Al Qaeda en Siria e Irak. Rusia e Irán son firmes defensores de Assad y se les ha acusado de atacar a fuerzas rebeldes con apoyo occidental.

Daraya, situada justo al suroeste de Damasco, ha sido blanco de ataques aéreos del gobierno, bombas de barril y combates durante varios años.

Las evacuaciones deben comenzar hoy. Al menos 48 autobuses verdes y blancos, ocho ambulancias y varios vehículos de la Media Luna Roja y la ONU esperaban a la entrada de la población a recibir luz verde.

Un reportero de AP que entró en el suburbio desde el acceso norte encontró un paisaje de edificios desiertos y muy dañados, algunos de ellos calcinados. Un humo negro se alzaba en el horizonte, provocado por rebeldes que quemaban sus pertenencias antes de evacuar, según soldados del ejército sirio.

Según el acuerdo, el gobierno permitirá el paso seguro a 700 milicianos de Daraya y les dejará viajar a la provincia norteña de Idlib, controlada por la oposición. Unos 4 mil civiles serán acogidos en refugios dentro y alrededor de Damasco.

«Idlib será su tumba», dijo un soldado del ejército sirio. «Éste es un momento precioso para todos los sirios», añadió. Los soldados hablaron bajo condición de anonimato, cumpliendo con las regulaciones internas.

Daraya, situada en la región occidental de Ghouta, ha sufrido miles de ataques con bombas de barril no dirigidas, arrojadas desde helicópteros.

Allí se produjeron algunas de las primeras manifestaciones contra Assad tras el alzamiento contra el régimen de su familia en marzo de 2011. Los manifestantes tomaron las calles, en ocasiones con rosas rojas y blancas para reflejar la naturaleza pacífica de sus protestas.

El suburbio se suma a otras zonas rendidas a tropas del gobierno tras años de asedio. Activistas opositores y grupos humanitarios acusan al gobierno de utilizar tácticas de sitio y hambruna para forzar rendiciones de la oposición.

«Nadie se quedará aquí», dijo Hussam Ayash, un activista de Daraya.

«Nos obligan a marcharnos, pero nuestra situación se ha deteriorado hasta el punto de ser insoportable», dijo Associated Press desde la localidad anoche, antes de las evacuaciones. «Resistimos durante cuatro años, pero ya no podíamos hacerlo más», dijo con un nudo en la garganta.

Artículo anteriorGobierno turco promete continuar operación militar en Siria
Artículo siguienteBiden espera que Guantánamo esté cerrado para enero de 2017